Detectar el embarazo antes de la primera falta sin realizarnos un test puede ser algo complejo, pero no es imposible. Hay muchos síntomas que revelan la posibilidad de estar embarazadas aunque a veces son falsas alarmas producidas por gases o dolores de diferente índole que nada tienen que ver con estar embarazadas. No podemos olvidarnos que durante el embarazo, el cuerpo produce hormonas y puede reflejarse en un aumento de tamaño en el pecho o incluso puede llegar a doler, algo que puede confundirse con la menstruación, pero si faltan días para que llegue, puede ser un síntoma de embarazo. Vamos a ver las señales más frecuentes.
Los síntomas más comunes
El cansancio, el sueño, la carencia de energía y ganas de hacer cosas son algunos de los síntomas que suelen presentarse. Esto es debido a que el cuerpo está preparándose para alimentar a esa nueva vida que nacerá en el interior de la mujer. Para combatir este cansancio generalizado es necesario comer carbohidratos.
Las náuseas son otro de los síntomas que hace notar el embarazo. Se puede tener vómitos o una cierta sensibilidad hacia algún olor o sabor que antes no solía ocurrir. Esto hace que la mujer salive con más frecuencia, especialmente si se realiza alguna actividad física que requiera cierto esfuerzo.
Los dolores de cabeza son algo que siempre llega cuando hay embarazo así como las ganas de orinar de manera frecuente. El cuerpo de la mujer está comenzando a prepararse, segrega hormonas y aumenta el volumen de sangre, razón por la cual debe ir eliminando líquido poco a poco.
La mujer que está embarazada experimentará un aumento de la frecuencia cardíaca, debido a que el corazón debe trabajar más para poder ayudar a preparar el cuerpo para la nueva vida. En esta etapa de efervescencia hormonal, el cuerpo sufre muchos cambios, especialmente los internos, los cuales afectan al nivel de los neurotransmisores, lo que provoca los repentinos cambios de humor.
Otros síntomas son la hinchazón abdominal, experimentar un aumento de la temperatura corporal al levantarse o pérdidas de sangre, algo que aparece entre los seis y diez días tras la fecundación y que en ocasiones es confundida con la regla. Esta pérdida suele durar entre dos y tres días y se distingue de la menstruación porque es un sangrado más leve y oscuro.
Finalmente, la primera falta es el síntoma más destacado, es el momento de acudir al médico para confirmar que realmente estamos embarazadas o podemos utilizar alguno de los test que hay en el mercado, que son muy fiables.