Si el embarazo evoluciona con normalidad, no hay ningún motivo por el que no puedas continuar manteniendo relaciones sexuales con tu pareja. Sin embargo, es preciso que tengas en cuenta las reacciones que puedas experimentar en tu cuerpo después de mantener relaciones. En caso de tener dolor o alguna pérdida de sangre ponte en contacto inmediatamente con tu ginecólogo. A continuación te relatamos algunas situaciones en las que no deberías tener relaciones íntimas.
Lo más habitual es que puedas seguir manteniendo relaciones con normalidad, sin embargo no deberías hacerlo si te encuentras en alguna de estas situaciones:
Si has tenido una amenaza de aborto con pérdidas de sangre y fuertes contracciones del útero no deberías mantener realciones durante las semanas siguientes, hasta que tu ginécologo te aconseje lo contrario.
En caso de que tu médico tema que se produzca un parto prematuro durante el tercer trimestre, también deberás interrumpir tus relaciones. Igual que si el cuello de tu útero no está bien cerrado o sufriste interrupciones en embarazos anteriores.
Si tu médico te ha diagnosticado placenta previa tampoco es aconsejable, y si estás embarazada de gemelos es mejor no mantener relaciones durante los últimos meses, ya que podría dar lugar a un parto prematuro.
Y por supuesto en ningún momento deberías mantener relaciones sexuales en caso de que alguno de los dos miembros de la pareja haya contraído una infeccion de posible transmisión sexual.
