Ser madre después del cáncer de mama

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Cada vez es más frecuente el cáncer de mama entre mujeres jóvenes, como consecuencia de los hábitos de vida y el retraso de la maternidad, pero también es cada vez más alto el porcentaje de mujeres que superan esta enfermedad con éxito.

Cómo resultado de esta ecuación, muchas mujeres que eran jóvenes cuando se les detectó el cáncer de mama, y que consiguieron superarlo se plantean si podrán quedarse embarazadas.

Antes se pensaba que el embarazo podía aumentar el riesgo de recaídas en este tipo de cáncer, pero en la actualidad los expertos señalan unánimemente que la gestación no parece afectar en el desarrollo de la enfermedad. En el día mundial contra el cáncer de mama me parece más que pertinente recordar que las pacientes de este tipo de cáncer cada vez tienen más opciones para poder disfrutar de su maternidad sin riesgos.

Así, en mujeres que no han recibido tratamientos hormonales ni quimioterapia, no parece haber ningún problema que desaconseje que sean madres, pues los cambios hormonales habituales durante el embarazo no incrementan el riesgo de recaídas.

El problema está en las mujeres que han recibido quimioterapia u hormonas, ya que este tipo de tratamientos resultan muy agresivos para las células del aparato reproductor. En estos casos hay que esperar al menos un año (algunos especialistas recomiendan esperar cinco años) desde la última sesión para comprobar que la paciente ha recuperado la fertilidad, y que además sus óvulos no contienen alteraciones que puedan causar anomalías en el feto.

En la actualidad, una opción cada vez más frecuente es la de preservar la fertilidad a través del implante de tejido ovárico y vitrificación de ovocitos. Para eso, antes de comenzar con las sesiones de quimioterapia, y habiéndolo acordado con el oncólogo, se extrae de la paciente una corteza de ovario por laparoscopia. Se trata de un tejido que alberga miles de ovocitos inmaduros y que, al ser reimplantado tras superar el cáncer, permite recuperar la función ovárica.

Tras unas ocho semanas el embarazo puede darse de forma natural, pero en el 70% de los casos es necesario combinar este métodos con otros de reproducción asistida.

La Seguridad Social cubre los tratamientos de reproducción asistida, aunque por el momento no cubre la preservación de la fertilidad en la mujer . El IVI, por su parte, ofrece la posibilidad de preservar tejido ovárico de forma gratuita a las pacientes oncológicas gracias a un acuerdo con la Asociación Española contra el cáncer.

Lo que está claro es que cada vez hay más opciones para que las mujeres con cáncer de mama puedan disfrutar de su maternidad tras haber superado la enfermedad.

Vía: Suite101 y El Mundo