Aproximadamente cada 28 días un óvulo abandona los ovarios en dirección hacia el útero. Órgano, que debido a la acción del estrógeno, se recubre de sangre y tejidos para engrosar sus paredes y prepararse así para recibir al óvulo y un posible embarazo.
En caso de ser fecundado por un espermatozoide, irá transformándose hasta convertirse en un bebé. Pero si el óvulo no es fecundado, no se adhiere a la pared del útero y éste elimina el tejido adicional, junto al óvulo y sangre en lo que conocemos como menstruación.
Entonces, por la propia definición del ciclo, no sería posible que coincidan regla y embarazo pues el hecho que exista uno, implica la ausencia del otro. Sin embargo, existen varias posibilidades de excepciones (más frecuentes de lo que pensamos) en las cuales puede presentarse un sangrado mientras estés embarazada. Estos son:
1. Ciertas alteraciones hormonales o funcionales de nuestro organismo pueden ser la causa de un sangrado durante los primeros meses del embarazo.
2. Sangrado por implantación, si coincide con la fecha del periodo pueden confundirse.
3. La menos frecuente se da cuando el óvulo es fecundado durante los 5 días previos a la menstruación, es el caso más raro puesto que durante estos días ya no hay ovulación.
De todos modos, para salir de dudas la mejor manera de comprobar si estás embarazada es realizar pruebas de embarazo. En el caso de que ya estés embarazada y ocurra algún tipo de sangrado, es importante que contactes con tu médico para aclarar su origen y prevenir cualquier tipo de problema. Para esta consulta será importante que puedas describirle al facultativo la duración, coloración y consistencia del sangrado.