Rutina de baño para bebés | Guía completa

Rutina de baño para bebés

La hora del baño es un momento muy especial en las rutinas del bebé y sus padres; es un momento no solo para higienizar a tu bebé y mantenerlo fresco y sano, sino también para conectar, en un espacio de juego y diversión. Si eres mamá o papá primerizo, seguro que tendrás muchas dudas acerca de la rutina de baño para bebés. En las próximas líneas del Blog de Bebés te compartiremos algunas premisas fundamentales, que te ayudarán a que tanto tu bebé como tu, disfruten de este momento al máximo. ¡Iniciemos!

La guía completa sobre la rutina de baño para bebés

Hacer una rutina de baño para bebés implica cuidar una serie de pasos o etapas que al principio pueden sonar complicadas. Pero, una vez que logras familiarizarte con el proceso, te darás cuenta de que es un momento de plena risa y diversión.

1. La frecuencia del baño

Lo primero que debes responderte al establecer una rutina de baño para bebés, es la frecuencia del baño. Ten en cuenta que tu pequeño no es como nosotros, los adultos, que solemos ducharnos todos los días. La piel de los bebés es muy delicada, y además no se ensucia mucho. Por eso, al menos durante los primeros meses de vida, lo recomendable es hacer dos o tres baños por semana. Ahora bien, a diario puedes limpiar las áreas más sensibles del cuerpo, como la zona del pañal, la cara, el cuello y las manos. A medida que el bebé crece, deberás ir aumentando la frecuencia del baño.

2. El lugar adecuado para el baño

Elegir el lugar adecuado para bañar a tu bebé es fundamental para garantizar su seguridad y comodidad. Durante los primeros meses, lo ideal es utilizar una bañera para bebés o un lavamanos grande que permita que el bebé esté bien apoyado. Las bañeras para bebés son ergonómicas y ayudan a evitar deslizamientos accidentales. Ten en cuenta que la seguridad es un aspecto fundamental al bañar a tu bebé; nunca lo dejes solo en la bañera, ni siquiera por unos segundos, ya que puede ocurrir un accidente en un instante.

También es importante verificar que el espacio en el que se hace el baño esté a una temperatura agradable. Lo ideal es tener alrededor de 24 °C, para que el bebé no sienta frío cuando lo desvestimos. Como consejos generales, te será útil colocar una alfombrilla antideslizante en la bañera, verificar que tengas a mano jabón neutro, toallas, pañales y todo lo necesario para el momento, y también cerrar las ventanas para evitar que entren corrientes de aire.

3. La temperatura del agua

Otro factor a tener muy en cuenta al armar la rutina de baño para bebé, es la temperatura del agua. Esto es fundamental para que tu pequeño se sienta cómodo y seguro durante su baño, y por supuesto, para evitar cualquier tipo de lesiones en la piel. Lo ideal es que el agua esté templada, entre 36 y 38 grados Celsius. Puedes verificar la temperatura con un termómetro de baño o, si no tienes uno, utilizando el dorso de tu muñeca o el codo. Estos son puntos sensibles que te permitirán sentir si el agua está demasiado caliente o fría.

4. Los productos adecuados para la piel del bebé

La piel del bebé es muy delicada, por lo que es importante elegir productos de higiene específicos para bebés. Opta por un jabón suave y sin fragancia, hipoalergénico, que no dañe la barrera natural de la piel. Los bebés no necesitan grandes cantidades de jabón, una pequeña cantidad es suficiente para limpiar su piel sin resecarla. En cuanto al champú, puedes usar uno especial para bebés que no irrite los ojos y que sea suave con el cuero cabelludo. Las opciones «sin lágrimas» pueden ser adecuadas. Durante los primeros meses, basta con enjuagar su cabeza con agua o usar champú una vez por semana. Si tu bebé tiene la piel reseca, puedes usar aceites o lociones suaves, siempre bajo la recomendación y supervisión del pediatra.

Pasos para un baño relajante

rutina de baño para bebés

Ahora que ya sabes lo básico sobre la rutina de baño para bebés, es momento de sumergir a tu pequeño en un baño relajante. Aquí te dejamos una guía paso a paso para que el proceso sea fácil y seguro:

1. Prepara todo antes de empezar

Antes de desvestir al bebé, asegúrate de que tienes todo a mano: pañales, ropa limpia, toallas y los productos de baño. Esto evitará que tengas que moverte o dejar al bebé solo durante el proceso.

2. Verifica la temperatura del agua

Como mencionamos antes, la temperatura del agua es clave. Llena la bañera con unos 5-7 centímetros de agua y asegúrate de que está a la temperatura correcta. Puedes añadir un par de juguetes flotantes para que el bebé se sienta más relajado.

3. Desviste al bebé

El próximo paso en la rutina de baño para bebés es desvestirlo. Verifica que no hayan ventanas abiertas y que la temperatura del espacio esté agradable, para que no sienta frío en ningún momento.

4. Introduce al bebé en el agua

Lo próximo es ir al agia. Sostén a tu pequeño con una mano en la espalda y el cuello, y utiliza la otra para lavarlo suavemente. Introduce primero sus pies en el agua y luego el resto del cuerpo poco a poco. Su cabeza siempre debe estar fuera del agua, y fíjate en su lenguaje corporal, procurando que se sienta siempre seguro.

5. Lava de arriba hacia abajo

Una vez que ya tienes al bebé en el agua, lo mejor es comenzar lavando su rostro con agua tibia. No uses jabón en la cara, pues podría generar irritaciones. Después, lava el cuerpo con una esponja suave, prestando atención a las áreas en las que se suele acumular la suciedad. Por ejemplo, los pliegues del cuello, detrás de las orejas y el área del pañal.

6. Lava el cabello al final

Para el cabello de tu bebé, lo ideal es usar un champú suave, o incluso tan solo enguajarlo con agua. Para hacerlo sin que caiga agua en sus ojos, inclina la cabeza ligeramente hacia atrás. Si usas champú, verifica que no quede ningún resto en la cabeza o en el cuerpo.

7. Secado y cuidados post baño

Y el último paso en la rutina de baño para bebés, es secar a tu pequeño y vestirlo. Al sacarlo del agua, envuélvelo de manera inmediata en una toalla suave. Seca su piel dando ligeros toques, para evitar que se irrite. No dejes humedad en las zonas de los pliegues, como el cuello, las axilas o la zona de pañal.

Si la piel de tu bebé tiende a ser seca, puedes aplicar una loción o crema hidratante específica para bebés. También es recomendable aplicar crema protectora para la zona del pañal si el bebé es propenso a desarrollar rozaduras.

En definitiva, vivir la rutina de baño para bebés puede ser un momento muy especial entre mamá o papá y su bebé. No solo se trata de tenerlo limpio y sano, sino de compartir una experiencia que puede ser divertida, relajante y placentera. Si este tema te interesa, revisa esta selección de los mejores productos naturales para la higiene del bebé. ¡Hasta la próxima!