Casi todas las mujeres saben cómo es el puerperio normal, lo que no está tan claro es lo que se puede (y lo que no se puede) hacer en este período. Así, la mayoría de las mujeres saben qué molestias y cambios les esperan después del parto, pero en general, hay mucha más desinformación que respecto a la época de embarazo.
Repasamos algunos mitos en torno al puerperio:
1. No te puedes bañar durante un mes
Esto es cierto. La madre puede (y debe) ducharse en cuanto sea posible, por contra, los baños de inmersión están desaconsejados porque la humedad dificulta que las heridas cicatricen.
2. Tras una cesárea hay que esperar para dar el pecho.
Lo ideal tras una cesárea es dar el pecho lo antes que se pueda, aunque hay ocasiones en las que tarda en subir la leche. además, la madre se puede encontrar dolorida, por lo que muchas veces se opta por dejarla descansar.
Eso sí, al dar de mamar tras la cesárea conviene ponerse un cojín sobre la barriga, para evitar que el niño roce la cicatriz.
3. La subida de la leche provoca fiebre y malestar
No es lo habitual. Es habitual que suba un poco la temperatura, pero cuando hay fiebre superior a 38 grados o se dura varios días, se debe normalmente a que el niño no ha mamado bien y la leche se está acumulando de forma excesiva en el pecho.
4. Cuando se da mamar no se pueden aplicar cremas en el pecho
Las cremas antiestrías o hidratantes son totalmente inocuas, pero sí es cierto que puede alterar el sabor de la leche o hacer que los labios del bebé resbalen. Por si acaso, se aconseja echar la crema justo después de terminar la toma y evitando la zona del pezón.
5. Amamantar «desinfla» los pechos.
No hay ningún estudio que demuestre la relación entre dar de mamar y la flacidez en los pechos, pero numerosas mujeres aseguran que ese es su caso.
Lo cierto es que los cambios en el pecho, que comienzan al estar embarazada y continúan después durante la lactancia hasta que el pecho vuelve a ser del tamaño habitual, provocan que la piel se estire y el pecho pueda quedar flácido.
Para evitarlo, mantén siempre bien hidratada la piel y haz ejercicios que mantegan la musculatura activa. También es bueno estar las 24 horas del día con un sujetador adecuado.
6. Dando el pecho no te quedas embarazada
Durante la lactancia se estimula la producción de una hormona que anula la ovulación (por eso la regla suele tardar meses en volver). Así, durante los primeros 6 meses es muy muy improbable quedar en estado, especialmente si el bebé hace tomas constantes, pero como nunca se puede saber cuando vas a comenzar a ovular, conviene utilizar métodos anticonceptivos.
7. La cicatriz duele más a los 3 días del parto
Tanto la cicatriz de la cesárea como la de la episiotomía tarda unas 72 horas en comenzar a cerrarse. En ese momento la piel puede notarse más tirante y eso molesta, pero pasado uno o dos días la cicatriz dejará de molestarte.
8. No se pueden utilizar medicamentos para expulsar los gases
Tras dar a luz es frecuente tener gases, pero es recomendable expulsarlos de forma natural, sin recurrir a fármacos, ya que el uso de medicamentos en este momento puede alterar el funcionamiento del intestino (que está tratando de «normalizarse») y empeorar el problema.
9. No se deben tener relaciones sexuales en 40 días.
No se deben tener relaciones sexuales hasta que al menos hayan pasado 22 días del parto (que es cuando el cuello del útero empieza a estar má so menos cerrado) y solo si el cuerpo de la mujer está en condiciones de hacerlo y ya han cesado los loquios. Hacerlo antes conlleva riesgo de infección. De hecho, la mayoría de los médicos aconsejan, como mínimo, esperar 4 o 5 semanas.
De todas maneras, más allá de las posibilidades físicas es importante esperar a querer hacerlo. Tras el parto, muchas mujeres tienen miedo a que les duela por la episiotomía, se sienten cansadas o directamente, no tienen ganas porque sus hormonas están a otra cosa. El momento ideal es volver a tener relaciones sexuales es el que la pareja decida.
10. No se puede usar tampón
Durante el puerperio no es aconsejable utilizar tampones por el riesgo de infección. Así, se recomienda que no se usen hasta la segunda regla, después de dar a luz.