La aparcición de los primeros dientes, alrededor de los seis meses, suele venir acompañada de molestias en el bebé, como la inflamación de encías, dolor, enrojecimiento y cierto nerviosismo que hace que el niño llore con más frecuencia. Pero estas molestias se pueden reducir con masajes, con mordedores y con el cariño que le puedas ofrecer a tu hijo.
Un remedio que puede reconfortar a tu bebé consiste en masajear sus encías con nuestro dedo índice o meñique, bien limpido, lógicamente. También podemos frotar sus encías con un algodón húmedo y fresquito. El frío provoca una sensación agradable y una ligera anestesia de la zona.
Para este momento de la vida del peque, son ideales los modedores porque están diseñados para que el niño los muerda lo cual aliva estas molestias. Ten cuidado con lo que se lleve a la boca.