Hoy quiero compartir contigo una guía de prevención del abuso infantil que ha sido elaborada por RANA (Red de Ayuda a Niños Abusados), porque creo que es fundamental saber cómo actuar si detectamos cualquier anomalía en el comportamiento de un adulto hacia un niño.
En ningún caso quiero ser alarmista, pero sí creo que debemos sensibilizarnos ante una realidad que afecta a mucha más gente de la que pensamos. Según las estadísticas, una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños sufre o ha sufrido abusos sexuales, y en la mayor parte de los casos es por parte de personas del entorno cercano de los menores. Muchas veces la madre, por vergüenza o por proteger a otro familiar, silencia los hechos, multiplicando las consecuencias negativas para el niño.
Creencias como: «esto no puedo ocurrir en mi entorno, me daría cuenta» o «mi hija me lo cuenta todo, si tuviera algún problema, me lo diría», pueden impedirnos ver la realidad. Este tipo de situaciones muchas veces son dificiles de detectar, por eso, a la menor sospecha, hay que actuar.
Quiero resumirte aquí los pasos básicos de la guía de prevención:
1. Conoce los hechos
Es muy probable que conozcas a algún menor que ha sido víctima de algún tipo de maltrato. Sucede en todo tipo de barrios, en todo tipo de familias, y frente a lo que podamos creer, el abusador suele ser alguien plenamente insertado en la sociedad.
La mayoría de las víctimas de abusos, jamás informan del abuso. Por eso es tan necesario estar atento a los signos de que algo no va bien.
Además, una tercera parte de las víctimas son agredidas por un familiar, y en los casos en los que no, es frecuente que el abusador trate de mantener una relación de confianza con los padres de la víctima. Los lugares más peligrosos son el propio domicilio del niño, la escuela, clubs deportivos y centros religiosos, ya que son lugares en los que hay un fácil acceso al menor.
2. Reduce al mínimo los riesgos
La mayoría de los casos suceden cuando un menor está a solas con un adulto, hay que evitar a toda costa dejar al niño con cualquier persona (ya sea adulto, joven o adolescente) a solas, sin que puedan ser observados.
Cuando el niño esté metido en organizaciones, hay que conocer cuales son las normas de la organización al respecto y evitar a aquellas que no exijan a todos los monitores sus antecedentes penales.
Supervisa el uso de Internet que hace tu hijo, ya que es un medio a través del cual es fácil acceder y manipular a un niño.
3. Habla sobre el tema
Muchos niños son avergonzados y amenazados por el abusador, por lo que prefieren no contar nada, además, algunos son tan pequeños que no pueden entender la situación.
Es fundamental que tu hijo sepa que el abuso infantil existe y que hay gente mala que le puede hacer daño a los niños, así como enseñarle a decir NO a las situaciones que no sean claras. Además, para que el niño se sincere es fundamental entender su forma de comunicarse, y no reaccionar de una forma demasiado exaltada -aunque sea dificil- pues eso los cierra en banda.
4. Mantente alerta
Aprende a detectar los indicadores de abuso, no esperes a que sea «evidente».
Obviamente las señales de tipo psicológico (retraimiento, depresión, rabia…) pueden deberse a multitud de causas. Pero un comportamiento desproporcionado, normalmente responde a algún problema (aunque por supuesto, no necesariamente este).
Las señales físicas son muy habituales en el caso del maltrato infantil (golpes, marcas…), pero no lo son tanto en el caso del abuso sexual.
5. Aprende cómo reaccionar
Es fundamental para que el niño no se arrepienta de haber contado algo (y cambie su versión por miedo). No debes reaccionar exageradamente, sino llevar la procesión por dentro y tratar de pensar cual es la mejor alternativa a la hora de actuar. Es fundamental no dar señales de incredulidad, el pequeño necesita tu apoyo y tu total confianza. Agradécele que te lo haya contado y déjale claro que él no es culpable en absoluto de lo que ha pasado.
Después denuncia. Las denuncias se pueden hacer en los juzgados de guardia, la fiscalía de menores, la policía o el servicio de protección al menor.
6. Actúa cuando tengas sospechas
A veces se puede dar el caso deque sospeches que alguien está abusando de algún niño pero no tengas pruebas. Si no estás seguro de querer poner una denuncia oficial, puedes asesorarte en el servicio de protección al menor, en los servicios sociales municipales, en tu centro médico de atención primaria o en la oficina de defensa de los derechos del menor.
7. Involúcrate
Rompe el ciclo de silencio. Puedes utilizar tu voz para convertir la sociedad en un lugar más seguro para los niños.