Aunque un parto gemelar causa todavía más nervios (si cabe) que uno único, lo cierto es que en general todo se desarrolla de la misma manera -aunque eso sí, dura más-.
La mayor diferencia radica en la duración del embarazo, ya que los partos en embarazos múltiples suelen adelantarse. Por eso si esperas gemelos las últimas semanas de gestación estarás muy controlada y te recomendarán reposo prenatal a partir de la semana 34.
¿Quieres saber qué características tiene un parto gemelar?
Como ya dije, es frecuente que nos encontremos con un parto prematuro (la media se sitúa alrededor de 36 semanas, frente a las 40 del parto único), debido a que el aumento del volumen uterino suele provocar contracciones y rotura prematura de membranas.
En los partos múltiples es más frecuente la necesidad de cesárea, ya que existe mayor probabilidad de complicaciones, pero la primera opción, siempre que es posible -cuando los bebés viene bien colocados y son lo suficientemente maduros- es apostar por el parto vaginal. En los casos en que vienen más de dos niños (trillizos o más), se apuesta siempre por la cesárea.
Además, los bebés suelen ser más pequeños, lo que facilita el empuje. El intervalo entre los nacimientos de ambos bebés suele ser inferior a una hora.
El parto vaginal de un embarazo gemelar es igual que en un embarazo simple, excepto que primero se atiende el parto del primer bebé y luego es que se rompen las membranas del otro para que salga.
Aunque un parto múltiple es considerado de riesgo, debes saber que en la actualidad están muy controlado y no suele haber complicaciones graves. Para tranquilizarte, habla con tu médico y pregúntale todas tus dudas antes de que llegue el momento del parto.