Es evidente que los niños cada vez nacen más inmersos en el mundo tecnológico y cosas que a nosotros nos costó cierto tiempo aprender ellos las integran de forma simple y natural.
Es frecuente ver a niños que aún no saben leer ni escribir coger nuestra consola. Los videojuegos ejercen una fascinación grande y son capaces de pasarse horas delante de la DS aunque no entiendan bien el funcionamiento del juego que hay delante.
Desde muy temprano compramos videojuegos infantiles para que ellos también puedan disfrutar de los dispositivos electrónicos de casa, y si no, siempre podemos recurrir a Internet. Y esto puede suponer una ayuda para su desarrollo intelectual siempre y cuando el uso que se le de a los videojuegos sea el adecuado.
¿Cómo controlar que así sea? ¿Cuáles son los riesgos de abusar de los videojuegos?
Casi todos hemos oído alguna vez lo malos que son los videojuegos para el niño, aunque en mi opinión, esa demonización no se corresponde con la vida actual. Si tenemos videojuegos en casa es completamente normal que quieran jugar. Si no los tenemos y juegan en casa de otra persona es completamente normal que quieran tenerlos.
Las ventajas de jugar a los videojuegos son múltiples:
- Desarrollan perserverancia: al querer llegar al final del juego. Lo intentan una y otra vez hasta que lo consiguen: eso puede sentar las bases para adquirir constancia en el esfuerzo.
- Aprenden a tolerar el fracaso: el niño ve que perder no es el fin del mundo.
- Mejora su coordinación visual y manual.
- Puede incidir en la rapidez mental (las decisiones deben ser rápidas cuando se está jugando).
- Se estimula la memoria.
- Puede favorecer el intercambio social (los niños hablan de los videojuegos a los que han jugado, o incluso compiten entre ellos).
- Dependiendo del contenido de los videojuegos, puede ser directamente educativo. Cada vez hay más videojuegos con esta finalidad.
Sin embargo, es cierto que los videojuegos también tienen sus riesgos: sobre la salud, y sobre el comportamiento.
Un uso excesivo de los videojuegos puede provocar problemas de atención. Así, según un estudio reciente, el 67% de los niños que pasaban más de dos horas diarias jugando a videojuegos o viendo la tele, mostraban este problema y disminuía su rendimiento escolar.
Además, puede generar cierta obsesion, descontrolando la vida del niño. Es el caso del crío que solo piensa en jugar y pierde el interés por otras cosas, y que incluso llega a intentar jugar a escondidas de los padres. En niños propensos, puede servirles para escapar del mundo real y encerrarse en uno «virtual», potenciándose así su aislamiento.
El uso excesivo de videojuegos también se ha relacionado con un aumento del sedentarismo en los más pequeños. Y en el plano más físico, los problemas de irritación de ojos y de molestias en la mano y muñeca son muy comunes.
Pero de lo que más se habla es de si los videojuegos pueden estimular la agresividad del niño, así como hacerle reproducir roles erróneos. Esto depende básicamente del contenido. Es cierto que con niños muy pequeños, centrar el interés en juegos violentos puede introducir pautas de comportamiento patológico, ya que aún no tienen suficiente madurez para juzgar criticamente este tipo de contenidos.
¿Cómo darle un uso positivo? Aquí te dejo unas recomendaciones para que este juego suponga solo beneficios para tus hijos:
- Controla el tiempo dedicado a su uso. Esta recomendación es fundamental, los videojuegos deben ser una opción más de ocio, combinable con todas las demas. Los expertos recomiendan entre 3 y 4 horas semanales dedicadas a esto (como máximo).
- Puedes utilizarlo como «premio». Después de haber recogido los juguetes de su habitación o haber acabado los deberes se merece un tiempo de ocio dedicado a lo que más quiere.
- Vigila el contenido de los videojuegos: cómprale videojuegos adecuados para su edad y estrénalos con él para asegurarte de que el contenido es adecuado. Si ves algo que no le gusta, explícale el por qué.
- Dedica tiempo a tus hijos: muchas veces que un niño se pase horas con la consola es culpa de su clima familiar. ¿Llevas al niño a jugar al parque? ¿Lees con él? ¿Juegas con él y sus muñecos? La vida actual nunca permite pasar tanto tiempo con los pequeños como queremos, pero procura sacar partido del tiempo juntos, y, sobre todo los fines de semana, proponer planes de ocio saludables y familiares.
- No los uses para tranquilizarle. Ponerle a jugar un videojuego es una tentación esos días en los que está pesadito y no hay forma de que pare quieto, pero no uses los videojuegos para poder relajarte como normal general.
¿Qué opinas de los videojuegos? ¿Crees que son tan malos como dicen? ¿Tu hijo juego a videojuegos? ¿Cómo controlas su uso?