La obesidad de los bebés ha crecido en los últimos 20 años a pasos agigantados, hasta un 60%, una cifra realmente elevada y que está directamente relacionada con los malos hábitos alimenticios de las mujeres en el embarazo.
Otros factores como la edad gestacional del niño en el momento del parto, la conducta de las mujeres embarazadas o factores genéticos en madres que padecen sobrepeso durante el embarazo, están relacionados con el aumento de la obesidad del los bebés.
Una vez más se pone de manifiesto la importancia de la dieta equilibrada durante el embarazo y la repercusión que tiene en el futuro bebé.
Estos datos son los resultados de un estudio realizado por expertos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
Por otro lado, los datos revelaron que fumar durante el embarazo aumenta un 30% la posibilidad de que el hijo tenga predisposición a la obesidad durante la adolescencia, según informó hoy en un comunicado el Instituto de la Obesidad.
En este sentido, los expertos destacan que es necesario educar a los padres en una correcta alimentación de los hijos, incidiendo en el hecho de que los excesos en la comida no sólo no resultan beneficiosos, sino que también provocan una tendencia a la obesidad.
En concreto, alertan de que cuando un bebé supera entre un 85 y un 95 por ciento su percentil de crecimiento, debería acudirse a los especialistas.
Por otra parte, cabe apuntar que los bebés que aumentan de peso rápidamente en los primeros meses después del nacimiento corren un mayor riesgo de desarrollar presión arterial elevada en la edad adulta, según los datos de un estudio de la University of Bristol (Reino Unido). En él, el equipo halló que aquellos jóvenes que elevaron su peso más rápido durante los primeros cinco meses de vida, al crecer eran más propensos a padecer una presión sanguínea sistólica elevada.
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