Los síntomas más significativos de un aborto espontáneo corresponden a un sangrado vaginal, también denominado metrorragia, que en este caso es mucho más abundante que el correspondiente sangrado de implantación, dolores abdominales superiores a los de la regla y, finalmente, la falta de actividad del embrión a través de una ecografía.
Las mujeres que se encuentran en el primer trimestre de embarazo, frecuentemente se preocupan por el hecho de sufrir síntomas del aborto espontáneo. Es por ello que a continuación se cita cuales son estos síntomas más frecuentes y los diferentes tipos.
En primer lugar, definir que un aborto espontáneo se origina antes de las primeras 20 semanas de gestación, siempre por causas no intencionadas y, muy a menudo, por problemas genéticos; en otras palabras, el embrión resulta ser no compatible por lo que acaba muriendo. Por otra parte, una embarazada también puede sufrir un aborto espontáneo debido a un trauma físico o incluso emocional.
Ya para finalizar, indicar que existen tres tipos de aborto espontaneo: el primero, llamado aborto precoz que se origina antes de las primeras 12 semanas de gestación; en la mayoría de los casos, la madre no es consciente de que está embarazada.
El segundo tipo corresponde a los citados abortos tardíos, producidos a partir de la semana doce y hasta la semana veinte de gestación; se precisa de atención médica. Ahora bien, si la pérdida del feto se produce después de la semana veinte, se conoce como parto prematuro.
En tercer lugar se encuentran los abortos completos dados cuando se ha originado la expulsión del útero de manera natural. Finalmente, se habla de aborto diferido cuando se concreta la muerte del feto pero no ha sido expulsado el contenido del útero; en mucho de los casos, se precisa la intervención de un legrado o medicamentos.
En cualquier caso, lo ideal en cuanto sepas que estás embarazada es estar muy atenta a cualquier síntoma extraño, malestar o sangrado y acudir al médico lo antes posible.