Normalmente, los primeros dientes de tu hijo, empiezan a asomar alrededor de los 5 o seis meses en la encía inferior (aunque dependiendo del pequeño puede atrasarse la aparición hasta el año). Cuando estos incisivos empiecen a despuntar en la encía, tu bebé sufrirá algunas molestias, que pueden provocarle inapetencia o llanto si no le das algo para que puedan morder.
Cunado esto ocurra, puedes adquirir algún mordedor homologado, para que tu bebé pueda echarle los dientes cuando lo necesite, y sin ningún tipo de riesgo. Cuando lo vayas a comprar, rechaza los de PVC, ya que pueden resultar tóxicos. Si le compras un modelo con agua, podrás enfriarlo, para calmar el dolor de sus encías.