La caja tonta atonta a tus hijos. Y no, no me estoy remitiendo a mis suposiciones, sino a varios estudios que han determinado que los niños que ven mucha televisión de pequeños tienen a largo plazo peor rendimiento académico, y peores hábitos de vida y alimentación.
Igual piensas que tu bebé es tan pequeño que aún no le afecta estar allí plantificado, o necesitas un tiempo libre para hacer tus cosas sin tener a los pequeños revoloteando alrededor o piensas que ciertos programas educativos le ayudarán a ser más listo… La tele puede ser útil si se ve con moderación, pero un bebé nunca debe de estar más de dos horas diarias frente a la tele.
Investigadores de la Universidad de Michigan y de la Universidad de Montreal han realizado una investigación evaluando a más de 1300 menores en función de las horas de televisión que veían. El objetivo era analizar el impacto que causa a largo plazo el que los niños vean mucha tele los primeros años de vida (antes de los tres años).
Las conclusiones muestran que cuanta más televisión ve un pequeño, menos ejercicio práctica, más comida basura come, y más problemas socioemocionales y de atención tiene.
Hay que tener en cuenta que la primera infancia es un periodo crítico para el desarrollo cerebral y la formación del comportamiento. Los primeros años culminan con el desarrollo cognitivo y la expansión de las habilidades intelectuales que ayudarán al niño a procesar mejor la información, a interactuar con su medio y a utilizar la lógica.
Los datos revelan que los pequeños que más ‘tele’ han visualizado disminuyen un 7% su participación en clase y un 6% su rendimiento en matemáticas. Además, reducen un 13% su actividad física durante el fin de semana y tienen un 5% más de Índice de Masa Corporal.
Para evitar los efectos perniciosos de ver la televisión debes limitar el número de horas que tus hijos pasan frente a ella (nunca más de dos diarias) y enseñarles desde pequeñitos a ver la televisión de forma correcta y controlada. ¿Cómo?
- Selecciona previamente los contenidos que quieres que visualicen tus hijos, y enciende la tele cuando empiece el programa (no antes). Apágala cuando acabe.
- Explícales claramente el tiempo máximo que pueden estar viendo la tele.
- No la tengas encendida como sonido de fondo. En las comidas, mejor apagada. Aprovecharéis para hablar.
- Inculca a los niños otras aficciones (si implican actividad física mejor).
¿Cuánta tele ven al día tus hijos? ¿Te preocupa que afecte a su rendimiento?
Vía: El Mundo
