Los juguetes magnéticos, formados por algún imán, no podrán comercializarse en España si en su etiquetado no advierten al consumidor de los riesgos que estos productos pueden presentar para la seguridad y salud de los niños.
La advertencia sobre riesgos, que hoy entra en vigor, tendrá que ser visible y fácilmente legible, y estará expuesta en el envase o en el propio juguete, informa en un comunicado el Ministerio de Sanidad y Consumo.
Se entiende por «juguete magnético» el que contiene o está formado por uno o más imanes, o por uno o más componentes magnéticos que puedan desprenderse y que, por su forma y tamaño, puedan ser ingeridos por los niños.
La medida adoptada por Sanidad a través de una Resolución del Instituto Nacional del Consumo del pasado 7 de julio, se ha tomado en aplicación de una decisión comunitaria en la que se fija el 21 de julio de 2008 como la fecha en que dicha medida debe ser seguida por todos los estados miembros durante un año. La razón de su temporalidad reside en la necesidad de uniformizar las medidas que se adopten en todos los Estados miembros, mientras no se revise la normativa comunitaria.
Sanidad recuerdo que la Directiva de juguetes actualmente en vigor establece que los juguetes, sus componentes y las partes separables, sean imanes o no, que estén destinados a niños de edad inferior a 36 meses, deberán ser de dimensiones suficientes para que no puedan ser tragados o inhalados.
No obstante, según la propia Comisión Europea, la norma técnica europea aplicable no trata específica y suficientemente los riesgos derivados de los juguetes magnéticos para los niños de edades superiores a 3 años y, en consecuencia, ha dado al Centro Europeo de Normalización (CEN) el mandato de revisarla. Mientras, se ha procedido a aplicar una medida provisional para proteger el derecho a la salud y seguridad de los consumidores.
El etiquetado tendrá que contener el siguiente mensaje o uno equivalente: «Atención. Este juguete contiene imanes o componentes magnéticos. La unión de los imanes entre sí o a un objeto metálico dentro del cuerpo humano puede provocar lesiones graves o mortales. Si se han tragado o inhalado los imanes, busque atención médica inmediata«.
Durante 2006 y hasta abril de 2007 el Comité Europeo de Normalización contabilizó 32 casos de accidentes en niños de entre 10 y 12 años que precisaron tratamiento médico por ingerir al menos dos imanes procedentes de un juguete o un imán de la misma procedencia y un objeto metálico.
Según la propia Decisión que ha originado la medida que hoy entra en vigor, si se traga más de un imán, pueden atraerse entre sí y causar una perforación intestinal, una infección o una obstrucción que resulten mortales.
Además, la inhalación de imanes ha provocado también lesiones graves y su inspiración en los pulmones requiere cirugía inmediata.
Como consecuencia de los accidentes, el pasado verano los productores de este tipo de juguetes retiraron de forma voluntaria más de 18 millones de productos en todo el mundo y han modificado el diseño de los juguetes afectados, encapsulando los imanes en las partes que los contienen o anillándolos en torno a ellas.