Los bebés varones son más propensos que las niñas a morir en los países industrializados, aunque esa disparidad se ha reducido desde la década de 1970, informaron investigadores de Estados Unidos. Los datos de mortalidad infantil de 15 países, 11 europeos más Canadá, Estados Unidos, Japón y Australia, mostraron que la brecha más amplia fue la de 1970, cuando los varones tenían alrededor de un 30 por ciento más de probabilidades de morir al año de vida que las niñas, dijeron los autores.
En las tres décadas pasadas, la diferencia se redujo un poco. En los últimos 10 años, los niños mostraron alrededor de un 20 por ciento más de chances de morir al año que las niñas, según la investigadora Eileen Crimmins, de la University of Southern California.
La disminución de la brecha ocurrió debido a prácticas médicas que habrían ayudado a los niños a sobrevivir más, incluidas más cesáreas e internaciones en unidades de cuidados intensivos para los bebés prematuros, explicaron los autores.
El estudio reveló que durante el siglo pasado, a medida que la mortalidad infantil se reducía en esos países, las principales causas cambiaron de problemas infecciosos como enfermedades diarreicas a condiciones congénitas y complicaciones ligadas al nacimiento y al parto prematuro.
Los varones son un 60 por ciento más propensos que las niñas a nacer prematuramente y a sufrir condiciones relacionadas con el parto prematuro, como síndrome de dificultad respiratoria neonatal, una enfermedad en la que al bebé le cuesta respirar, dijeron los investigadores.
Este síndrome puede producirse en los bebés cuyos pulmones no están completamente desarrollados al momento de nacer.
Los bebés varones también enfrentan un mayor riesgo de lesiones o muerte durante el parto, debido al mayor tamaño de sus cuerpos y sus cabezas, indicó el equipo. Crimmins señaló que las tasas de mortalidad más altas entre los hombres suelen atribuirse a sus conductas de riesgo, como el tabaquismo y los actos violentos. Pero en el caso de los bebés, las conductas son reemplazadas por explicaciones biológicas, añadió.
«Varones y mujeres pueden tener mortalidades muy diferentes a una edad en que la conducta no es un factor influyente«, dijo Crimmins durante una entrevista telefónica.
La diferencia «fue muy amplia y consistente en muchos países y no se puede explicar por la conducta,» agregó la experta.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.