Según un nuevo estudio difundido en el Reino Unido, la administración de antibióticos a mujeres embarazadas que se pongan de parto prematuro puede aumentar la probabilidad de que tengan un bebé con parálisis cerebral.
La investigación, dirigida por el Medical Research Council (MRC), no incluyó a mujeres que habían tomado antibióticos porque sufrían una infección concreta, sino que sólo tuvo en cuenta a aquellas que los habían recibido por precaución, por si pudieran tener una infección.
El estudio, que partió de los datos de otro realizado hace siete años (Oracle), halló que los bebés tenían más riesgo de desarrollar parálisis cerebral –daños en el cerebro que pueden afectar en mayor o menor grado a varias funciones- si sus madres habían recibido antibióticos, pese a no presentar síntomas de infección, cuando no habían roto aguas en un parto prematuro.
El MRC no constató, sin embargo, que el riesgo fuera mayor en el caso de que sí hubieran roto aguas.
Los expertos utilizaron datos del Oracle, que estudió con voluntarias de varios países los beneficios de los antibióticos para las mujeres y los bebés en partos prematuros, para ver cómo habían evolucionado los niños si sus madres habían tomado esos fármacos.
Las madres que presentaron síntomas de infección no se incluyeron en la evaluación, al considerarse que la administración de antibióticos había sido necesaria para garantizar la seguridad de la mujer y el bebé.
El estudio divulgado constata «un aumento pequeño, pero estadísticamente significativo, de parálisis cerebral» en los niños en los casos en que la madre tomó antibióticos, pese a no presentar síntomas de infección, durante un parto prematuro y cuando no había roto aguas.
Una de las autoras del estudio, Sarah Kenyon, de la Universidad inglesa de Leicester, destacó la necesidad de seguir investigando para hallar la razón de la mayor incidencia de casos de parálisis en bebés nacidos en esa situación.
Según Kenyon, este estudio subraya la importancia de hacer seguimientos en las investigaciones con medicación, ya que el Oracle «arrojó algunas pruebas de beneficios a corto plazo de los antibióticos en los partos prematuros, pero no sabíamos cuáles iban a ser los efectos a largo plazo».