La semana 11 del embarazo marca el fin del primer trimestre, y es el momento que muchas elegís para anunciar la gran noticia, ya que han pasado los meses de mayor riesgo para el feto.
Además, es una semana de importantes transformaciones, ya que el feto ha múltiplicado su tamaño por 5 y comienza a mover sus musculitos. ¿Quieres saber qué más ocurre esta semana, en el bebé y en ti?
Cambios en tu bebé
Esta semana es muy importante para el bebé, ya que comienza a producir sus propios glóbulos rojos, así como orina.
Ahora mide unos 5 cm de la coronilla a las nalgas y pesa alrededor de 8 gramos. Además, su cuerpo se va alargando -aunque su cabecita es todavía un tercio del largo del cuerpo-, y los ojos se van centrando en la cara. Su piel es todavía transparente.
Esta semana empieza el desarrollo de los órganos genitales, pero aún es difícil advertir el sexo del bebé mediante una ecografía. En el caso de tener un hijo varón, esta semana sus testículos comenzarán a producir la hormona masculina testosterona.
Es probable que ya de patadas y se estire, con movimientos que empiezan a ser fluidos y que aumentarán conforme crezca, pero aún es imposible que tú lo sientas en tu barriga. El feto comienza a desarrollar ciertos reflejos, moviendo las piernas y pataleando, un recurso biológico que lo programa para andar.
Cambios en tu cuerpo
Ya has pasado lo peor en cuanto a síntomas de embarazo, así que ahora toca relejarse. El baile de hormonas comienza a apaciguarse y es probable que te olvides de mareos, vómitos y molestias matinales en general.
Notarás que se te ha agudizado el olfato y que produces más saliva, a veces con un regusto metálico. No es muy agradable, pero es completamente normal.
Además, tu cuerpo sigue adaptándose para cobijar a tu pequeño. Tu volumen de sangre ha aumentado considerablemente y tus senos y abdomen no paran de crecer. Es posible que tu respiración se acelere y que sudes más de lo normal.
El útero ha crecido mucho y ocupa toda la pelvis.
¿Qué puedes hacer por el bebé?
Es el momento de evaluar cuidadosamente tu alimentación y ver si cuentas con todos los nutrientes necesarios. El médico controlará tu peso, ya que debes engordar lo necesario, ni más ni menos. Una embarazada necesita unas 300 calorías más respecto a cuando no lo estaba, pero eso no significa que puedas hincharte a comer. Comenta con tu médico todas tus dudas, y apuesta por menús sanos y equilibrados.
Es recomendable que hagas un ejercicio físico moderado, que te ayudará además a sobrellevar mejor las transformaciones de estos meses.
Si tu embarazo es de riesgo es probable que, entre esta semana y la 14, tu ginecólogo te recomiende pruebas prenatales como el análisis de vello coriánico o la medición de translucencia nucal.
¿Cómo vives tú la semana 11 de tu embarazo?
