Durante el embarazo, no es recomendable aumentar mucho de peso, porque la obesidad favorece algunas molestias y hace el parto más difícil. Además, una dieta equilibrada asegura a la mamá y al bebé todos los nutrientes que necesitan para estar bien.
Sólo tu médico o ginecólogo, puede establecer si el aumento de peso es correcto.
En cualquier caso, no hay que dejarse llevar por el pánico por temor a engordar en exceso, si la balanza señala un kilo de más o so una noche se cae en un pecado de gula, no hay que exagerar.
Alguna equivocación en la dieta está permitida, pero no debe convertirse en un hábito.
Pero lo que necesitas es tener bien consciente y claro de la importancia de realizar una dieta sana y equilibrada para el beneficio de tu salud y la del bebé, para conseguirlo te proponemos estos consejos:
- Come cada día un alimento perteneciente a los 5 grupos siguientes:
- carbohidratos: pan, pasta y arroz
- grasas: aceite de oliva
- proteínas: pescado, carne y huevos
- vitaminas: furta y verduras
- sales minerales: fruta y verduras
- Da preferencia a los alimentos frescos, sin aditivos.
- Elige fruta y verdura de temporada.
- Si tiendes a aumentar demasiado de peso…
- Intenta eliminar o reducir los dulces, incluido los helados, porque contienen muchos azúcares y grasas, así como los embutidos, y no exageres con los frutos secos.
- De todos modos, sólo tu médico o ginecólogo, puede establecer si el aumento de peso es correcto. Por lo tanto, fíate de sus consejos.
- Olvidate de las preocupaciones…
- Si no te has podido resistir y has comido algo poco saludable, nada de lágrimas de cocodrilo.
- Lo importante es que esto no se convierta en una costumbre: apuesta por una dieta sana y equilibrada.