Si el peso aumenta demasiado y se tiene que reducir el aporte calórico, conviene moderar sobre todo la cantidad de carbohidratos y de grasas. Te explicamos cómo conseguirlo, porque no se trata de renunciar de algún alimento ya que, sobre todo durante el embarazo, debes hacer una dieta equilibrada y sana.
Si has cogido kilos demás a lo largo del embarazo, no debes empezar a eliminar alimentos de tu alimentación ni ponerte a dieta. Lo que debes hacer es reducir la cantidad de carbohidratos y grasas.
Ten encuenta que no puedes renunciar a las grasas ya que cumplen funciones muy importantes para el desarrollo del feto, y aunque en cantidades reducidas, siempre deben estar presentes en la dieta de la embarazada, dando preferencia a las grasas provenientes del pescado y del aceite de oliva, y evitando por lo contrario, los quesos y los embutidos.
En cuanto a los hidratos de carbono, hay que reducir los azúcares simples, que son los dulces, mientras la pasta, el arroz, el pan y otros cereales debes tomarlos, al menos, una vez al día.