Según un estudio sobre juguetes realizado por Duracell en nueve países europeos, los niños españoles son los que menos juegan a diario con sus padres, sólo dos de cada diez. La falta de tiempo no parece ser la excusa, ya que el fin de semana el dato casi no varía.
Los autores de este informe dicen que para compensar esta falta de tiempo, los padres españoles gastan cada vez más dinero en juguetes, una media de 230 euros al año, cuando en el resto de Europa se destinan 146 euros.
Y los gustos han cambiado. El Scalextric (juego de carreras de coches) ha caído al cuarto puesto en la lista de los más deseados. Los niños españoles prefieren aparatos electrónicos como móviles, reproductores MP3 y ordenadores.
Además, la televisión sigue siendo el entretenimiento preferido para un 11% de la población infantil, y la publicidad determina la elección de los juguetes en un 86% de los casos.