Traer un bebé al mundo no solo implica el proceso de embarazo y de parto; con la llegada de este pequeño integrante de la familia se activan nuevas responsabilidades que pueden resultar algo abrumadoras al inicio de la experiencia ─aunque con la práctica los padres y cuidadores se desenvuelvan mejor─. Dentro de dichas responsabilidades resaltan los cuidados de higiene de tu bebé, los cuales son fundamentales para evitar irritaciones o infecciones en su piel y órganos. Como sabemos de la atención y delicadeza que requiere este proceso, en este artículo te daremos los mejores consejos y recomendaciones para darle un buen cuidado a tu pequeño, así que ¡no te las pierdas!
¿Por qué son importantes los buenos hábitos de higiene de tu bebé?
La higiene adecuada para preservar la salud del bebé es un derecho indispensable que los padres deben hacer cumplir con el mayor cuidado y delicadeza. Esto debido a que los cuidados de higiene son fundamentales para disminuir el riesgo de enfermar y de presentar infecciones o irritaciones que a corto, mediano o largo plazo puedan deteriorar la salud del bebé y mermar su bienestar.
Ahora bien, de acuerdo con lo anterior vale resaltar que la higiene del bebé no solamente está vinculada al momento del baño ─como se piensa comúnmente─, sino que también tiene cabida en el cuidado del ombligo, los oídos, los ojos, el cambio del pañal, entre algunos otros procesos; esto resalta que la higiene es clave para que todo el cuerpo del bebé se mantenga en óptimas condiciones, por lo que hay que prestar atención a cada una de estas situaciones, de las que hablaremos en próximos apartados.
Todo sobre la higiene de tu bebé: Desde el baño, hasta el cuidado del ombligo
Como seguramente ya tienes claro, durante los primeros años del bebé los cuidados de higiene dependerán exclusivamente del adulto a su cargo, por lo que el desarrollo de buenos hábitos también será responsabilidad de estos últimos. Para lograrlo, al momento de llevar a cabo el aseo de tu bebé es necesario aplicar las siguientes medidas:
Higiene de tu bebé en el cambio de pañal
Una de las situaciones más complejas en la vida de un padre o madre con un bebé es el cambio del pañal. Y aunque solamente el hecho de retirarlo y cambiarlo por uno nuevo ya resulta algo complejo, la verdad es que el cuidador deberá considerar algunos consejos que mantendrán limpio y seguro al pequeño en todo momento, como por ejemplo:
- Limpia muy bien la cubierta sobre la que cambiarás el pañal y alista todos los utensilios: Pañales (por supuesto), crema antipañalitis, toallitas, entre otros.
- Luego de colocar al pequeño y aflojar el pañal, limpia el área genital (de adelante hacia atrás) con toallitas húmedas
- Desliza un pañal limpio por debajo del niño y aplica la crema antipañalitis.
- Ajusta pañal.
- Lava las manos del pequeño y las tuyas con agua y jabón.
Higiene infantil en el baño
Ahora bien, luego del cambio del pañal viene la intriga por el baño del bebé. En este caso deberás seguir las siguientes recomendaciones para asegurarte de que todo salga bien y resulte cómodo, tanto para ti como para el pequeño.
- Lo primero a resaltar es que el agua debe estar templada, es decir, entre 35°C y 38°C y la estancia en la que lo bañas deberá estar a una temperatura promedio de 23°C.
- Durante los primeros meses no se recomienda utilizar productos como talcos o colonias, ya que pueden desencadenar reacciones alérgicas.
- No llenes al máximo la bañera; como máximo, llénala a 15 cm de altura.
- Primero moja la cabeza, luego el cuerpo y finaliza con los genitales.
- Si utilizas jabón, asegúrate de que este sea de un pH neutro y en muy poca cantidad.
- Cuando termines el baño, no olvides secarle con mucho cuidado y a profundidad los pliegues de la piel; así evitarás el crecimiento de hongos.
Es importante tener en cuenta que es recomendable no bañar a los bebés durante las primeras horas de vida porque haciéndolo se elimina la Vérnix caseosa, una sustancia que impregna la piel del recién nacido y que tiene propiedades hidratantes, aislantes y antimicrobianas. Esta es una recomendación dada por la OMS.
Higiene y cuidado del ombligo del bebé
¿Sabías que el fragmento de cordón sobrante termina de desprenderse del bebé luego de 5 a 20 días y que, cuando lo hace, queda una pequeña herida? Pues así es; dicha herida se demora en cicatrizar un par de días, por lo que requerirá de un cuidado especial. Podrás basarte en las siguientes recomendaciones para lograrlo:
- Siempre limpia la zona con agua y jabón; puede ser durante el momento del baño o en el momento que lo consideres oportuno. Ten en cuenta que, con el tiempo, ese pedacito de cordón umbilical cambiará de tonos amarillos a negro, pero no te asustes que es normal.
- En caso de que tu pediatra lo recomiende, podrás curar la herida con una gasa impregnada en alcohol del 70% (dos a tres veces al día).
- Asegúrate de que la herida esté en todo momento muy seca y limpia para evitar cualquier tipo de infección.
- En caso de que observes secreciones, mal olor o sangre no dudes en acudir de inmediato al pediatra.
Higiene del bebé en nariz, ojos y dientes
Por último, pero no menos importante, también deberás ser muy cuidadoso/a en el manejo de buenos hábitos de higiene específicos del cuidado de los ojos, los oídos, la nariz y los dientes, como te explicamos a continuación:
- En el caso de los oídos, vale decir que nunca deberás limpiarlos por dentro ni tampoco la cera que segrega el oído, ya que esta actúa como un mecanismo de defensa del organismo. Podrás limpiar la parte externa utilizando una gasita impregnada en suero fisiológico.
- Para la nariz y frente a la presencia de secreciones nasales, estas se podrán limpiar con suero fisiológico después del baño. En caso de que sea absolutamente necesario, podrás hacerle un lavado nasal con suero fisiológico administrado con una perilla de goma.
- Respecto a los ojos, retira las legañas con una gasa (para cada ojo) y suero fisiológico, siempre del lagrimal hacia afuera. Si el bebé tiene los ojos rojos, acude al pediatra.
- En el momento en que empiecen a salir los dientes, podrás limpiarlos con una gasa mojada de manera diaria.
¡Hemos llegado al final de nuestro artículo sobre la higiene de tu bebé! Por eso queremos preguntarte: ¿cuál de estos consejos ya pones en práctica? ¿conoces de algún otro que pueda ayudar aún más a nuestros lectores? ¡Estamos ansiosos por leerte!