Cuando somos madres primerizas nos asustamos con facilidad ante cualquier signo que observamos en nuestro bebé. Uno de los más frecuentes es el conocido como acné miliar, consistente en unos pequeños granitos de color blanco que aparecen en la cara del recién nacidos, en su nariz o su cuello. Pero no debemos alarmarnos ya que es un síntoma propio y frecuente en los recién nacidos.
El acné miliar aparece aproximadamente en la mitad de los bebé, sus causas exactas no son del todo conocidas, pero sí se sabe que se produce cuando la piel muerta queda atrapada en los folículos cercanos a su epidermis. En el momento en que se suelta la superficie del acné, se desprende de forma natural la piel y desaparece por completo, sin dejar huella.
Hemos de saber que el acné miliar no tiene relación alguna con el acné común, por lo que no podemos tratarlo de igual modo. Para ser exactos, el acné miliar no necesita tratamiento de ningún tipo, ya que desaparece de forma espontánea en el transcurso del tiempo.
Dependiendo de cada bebé su desaparición puede oscilar entre unas semanas o tardar en curar cerca de dos meses. Por lo tanto, hemos de ser pacientes. Para seguridad nuestra hemos de ser conscientes de que el acné miliar no causa a nuestro bebé ningún tipo de dolor o molestia y, con el tiempo desaparecerá por completo dejando de nuevo la piel del recién nacido suave y tersa.
Por lo tanto, no te desesperes, ya que se solucionará de forma natural. De todos modos, si sigues inquieta el pediatra podrá resolver todas tus dudas.