Como ya sabrás el tabaco está totalmente desaconsejado durante el embarazo, sus peligros para la salud del bebé están demostrados, y se siguen estudiando sus posibles daños. Según un nuevo estudio realizado por investigadores del a Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas, en Little Rock (Estados Unidos), publicado este mes en ‘Pediatrics’, la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría, las mujeres que fuman durante su embarazo aumentan el riesgo que corren sus bebés de nacer con defectos en el funcionamiento del corazón.
La doctora Sadia Malik, directora del trabajo, estudió a cerca de 3.000 niños nacidos con defectos en el corazón no relacionados con enfermedades genéticas, que fueron incluidos en el Estudio Nacional para la Prevención de los Defectos en el Nacimiento. El objetivo de era aclarar la relación que existe entre la exposición prenatal al humo del tabaco y los defectos cardíacos del bebé.
Estos menores fueron comparados con otros 3.900 con corazón sano y sus padres, como los del primer grupo de niños, también fueron estudiados en esta investigación, que demostró que las mujeres que fumaron el mes antes de quedar embarazadas o durante el primer trimestre eran más propensas a dar a luz un niños con un defecto en una o varias de las paredes que separan las cavidades del corazón de sus hijos, lo que se conoce como un defecto septal interventricular.
Cuanto más fumó la mujer durante el embarazo, mayor resultó el riesgo que corrían sus hijos de presentar este defecto. Las madres que fumaron 25 o más cigarrillos diarios durante el embarazo eran incluso más propensas a tener niños con obstrucciones en la parte derecha de su corazón. Comparados con los niños de madres que no fumaron durante el embarazo, los niños con madres que fumaban de forma muy habitual duplicaron las posibilidades de sufrir el defecto.
El equipo de Malik no encontró relación entre la exposición como fumador pasivo de la madre y el defecto en el corazón infantil. Sin embargo, descubrieron que el 19 por ciento de de los no fumadores dijeron haber comenzado a fumar justo antes de quedarse embarazadas o en el primer trimestre, un dato que se observa también en otros estudios realizados en este campo en Estados Unidos.