La mayoría de los padres se «quejan» de dormir poco una vez que su bebé está ya en casa. Sin embargo, durante el embarazo, y debido a las pequeñas molestias que éste te puede ocasionar, es posible que no duermas del todo bien. Puedes tomar algunas precauciones que te ayudarán a combatir el insomnio.
Durante el embarazo, deberías practicar algún ejercicio regularmente, siempre de forma controlada. Las caminatas, el yoga, o la natación con algunas de las actividades más recomendadas. El ejercicio te ayudará a conciliar el sueño.
Algunas prácticas de relajación como la musicoterapia, la acupuntura, homeopatía o aromaterapia también podrían ayudarte a dormir plácidamente durante la etapa de gestación.
Dedícate a alguna actividad que te realaje antes de irte a la cama. Si estás muy cansada pide ayuda. Convence a tu pareja para que colabore con el embarazo, y pídele que te dé pequeños masajes en las piernas o en el cuello.
Duerme sobre un lado. Dormir boca arriba carga todo el peso sobre tu columna y puede traerte molestias. Mejor escoge el lado izquierdo, ya que es más saludable par tu bebé al favorecer la llegada de sangre a la placenta, aportando más oxígeno y nutrientes a tu hijo.
Colocad almohadas y cojines en puntos estratégicos para relajarte e intentar dormir en una posición cómoda. Situálos de manera que tu tripa y tus piernas estén bien apoyadas y tú te sientas como en una nube…Y a soñar!