La expulsión del tapón mucoso marca el comienzo del trabajo de parto por lo que muchas mujeres se ponen nerviosas cuando esto ocurre ¿cuántas horas me faltan para el parto? ¿o quedan todavía días? Depende de cada mujer, pero a menos que se acompañe de otros síntomas, el parto no tiene por qué ser inminente.
Lo primero de todo es saber qué es el tapón mucoso, para qué sirve y cómo se manifiesta su desprendimiento. ¿Vamos allá?
El tapón mucoso es una sustancia gelatinosa que se sitúa en el cuello del útero, manteniéndolo sellado y evitando el contacto entre útero y vagina. Así, funciona de barrera de protección para el feto, frente a gérmenes e infecciones.
Se forma gracias a las glándulas existentes en el canal cervical, entre la cuarta y la sexta semana de embarazo, y permanece hasta que se apróxima el momento del parto.
Cuando el cuello del útero se dilata, se produce el desprendimiento total o parcial del tapón mucoso. Se expulsa entonces por la vagina esta sustancia viscosa y de color marronáceo, que puede ir teñida de sangre, ya que al desprenderse puede provocar rotura de capilares.
Algunas mujeres expulsan el tapón mucoso de una vez, mientras que otras notan a lo largo de varios días un flujo más espeso y oscuro de lo normal. Hay incluso mujeres que no notan cuando expulsan este tapón mucoso.
La pérdida del tapón no significa que el parto sea immediato, pero sí que se aproxima. Lo habitual es que comience entre unas horas y unos días después, pero hay casos en los que el parto aún puede tardar hasta dos o tres semanas. Una vez que el tapón mucoso se desprende no conviene mantener relaciones sexuales ni darte baños (mejor duchar) ya que tu útero se encuentra más desprotegido.
Además si expulsas el tapón mucoso antes de la semana 35 de embarazo o si hay una presencia considerable de sangre debes acudir inmediatamente al hospital, ya que pueden estar surgiendo complicaciones. Si no es así, no tienes por qué ir hasta que comiences con las contracciones o rompas aguas.