Hay algunas pautas de comportamiento que, llevadas a cabo por los padres, son beneficiosas para el correcto desarrollo del bebé. En este período el niño presta especial atención a todo lo que le rodea y cualquier acción por parte de su cuidador puede convertirse en un estímulo.
Una de las principales vías de aprendizaje del bebé es la imitación, por lo que todas las actuaciones o movimientos que queremos que nuestro hijo aprenda deberán ser sencillos y repetitivos.
Gracias a ciertos estímulos, el niño va desarrollando sus sentidos. Algunos de los que se pueden llevar a cabo en este periodo son los siguientes:
- Masaje con aceite o crema todo el cuerpo de bebé para estimular su olfato y su tacto. Esto además tonifica su cuerpo.
- Llévelo a la cocina cuando prepare la comida para que el niño tenga acceso a olores desconocidos para él. Siempre que se pueda (mientras lo viste, baña…) conviene hablar y/o cantar cerca de su oído para que se acostumbre a la voz y las palabras de quien lo cuida.
- Si usted habla una lengua extranjera utilícela en casa para comunicarse con su hijo.
- Preséntele a otros niños.
- Enseñe al bebé a decir adiós con la mano y a decir «sí» y «no» con la cabeza.
- Utilice sonajero, cascabeles, música… para llamar la atención del niño.
- Ofrezca a su hijo juguetes con diferentes texturas para que se acostumbre a diferenciar los objetos por el tacto. Con esto ayudará a que coordine la vista y las manos.
- Conviene colocar a los lados de la cuna objetos de diferentes y llamativos colores para atraer la atención del niño.
- Otros estímulos agradables para el niño son las cosquillas, las caricias, el contacto de la piel de la madre con la suya…