Una vez haya nacido tu bebé, el pediatra se convertirá en una de las figuras más importantes en su crecicmiento. Por eso es importante que elijas el pediatra de tu hijo poco después de que éste nazca. La relación entre los padres y el pediatra debe ser de confianza y mutua colaboración para que tu bebé obtenga un seguimiento de calidad en todo momento. Si aún no lo has escogido, aquí te damos algunos consejos que puedes tener en cuenta.
La primera vez que vayas a la consulta del pediatra, fíjate bien en todos los aspectos, revelaran más información de la que crees. Observa el equipamiento de la consulta, debería tener todo lo necesario para una revisión, como estetoscopio, mesa optométrica, báscula, metro y timbre para valorar la capacidad auditiva y visual. Y también elementos básicos para la comunicación (teléfono, ordenador o archivador para las carpetas).
El ambiente es muy importante. La sala de espera debería ser acogedora, viva, y cómodamente dispuesta para los niños. Puede tener juguetes o cuentos para que pasen de la mejor manera el tiempo de espera. Y debería también contar con un cambiador por si lo necesitan los más pequeños.
Y sobre todo, lo más importante es la actitud del médico hacia los niños. Observa como trata a los pequeños y la sensación que transmite. Debe ser dulce, alegre y sensible a sus necesidades. Entre el niño y el pediatra debe haber una atmósfera de simpatía, para que las visitas resulten más fáciles para ambos.
