No es recomendable introducir el huevo en la dieta de tu bebé hasta el noveno mes de embarazo. De esta manera reduciremos el riesgo de alergia, y a partir de ese mes lo iremos incluyendo poco a poco en su alimentación.
La clara es la parte del huevo más susceptible a producir alergias en los niños, por eso debemos introducirlo en la alimentación del niño sólo a través de la yema, y poco a poco.
Puedes empezar mezclando una cuchara pequeña de yema con su papilla, para luego ir aumentando hasta media yema cuando vaya acercándose a los doce meses de edad.
A partir del año puedes ir introduciéndole también la clara. Pero recuerda que tiene que estar siempre bien cocida.