El estrés en los niños es una realidad que muchas veces ponemos en duda: Pero estresados, ¿por qué?, si no hacen nada en todo el día ni tienen problemas reales…
Pero el significado de «problema real» probablemente varíe entre tu hijo y tú, y nunca hay que menospreciar los agobios de los pequeños (no en vano, muchos de los mayores también sentimos estrés sin que haya problemas de envergadura). Tener que ir al dentista, problemas con los amigos en el cole, no entender bien la lección, son cosas rutinarias que pueden estresar a nuestro hijo si no ha aprendido mecanismos para enfrentarse a ello…
¿Quieres saber cómo ayudar a un niño con estrés?
Los síntomas del estrés en niños son similares a los de los adultos: dolor de cabeza o barriga, irritabilidad, inapetencia… Si percibimos que algo está preocupando o angustiando a nuestro hijo, debemos hablar con él. Si tu hijo no está dispuesto a hablar y los síntomas te preocupan, coméntalo con el médico.
Por lo demás, hablar con los niños sobre sus problemas muestra que tenemos tiempo para ellos y que los tomamos en serio. Es especialmente importante si tenemos en cuenta que los niños más pequeños a veces ni siquiera saben hablar sobre lo que les pasa, y conviene que nosotros vayamos prestándoles las palabras. Expresar los sentimientos con palabras ayuda a los niños a comunicarse y a adquirir autoconciencia emocional, y así ser menos propensos a llegar a ese punto en que las emociones fuertes se expresan mediante reacciones descontroladas.
Además, puedes ayudar a tu hijo a diseñar un plan de acción, proponiéndole una lluvia de ideas. Eso sí, debes dejar que tu hijo encuentre la solución por si solo, aunque sea con tu ayuda, para que se acostumbre a tratar de solucionar sus problemas. Por otro lado, hay casos en los que no hay «solución» (una muerte de un ser querido, por ejemplo), en esos casos, los niños necesitan sentirse comprendidos, pero después conviene cambiar de tema y buscar algo más positivo y relajante.
Y si tu hijo no desea hablar de lo que le preocupa (todos tenemos derecho a nuestra intimidad), no le fuerces, pero muéstrate disponible y pasa tiempo con él, haciendo algo que le guste.
También debemos recordar que los niños aprenden los mecanismos de reacción frente al estrés en casa, y de padres estresados hay una probabilidad muy alta de que salgan hijos estresados. Procura mostrar una actitud positiva cuando hables de tus problemas laborales o económicos delante de él….
Por otro lado, trata de limitar el estrés al que sometes a tu hijo. Pedirle que haga las cosas más rápido de su ritmo o llenarle de actividades puede hacer que viva el día a día con ansiedad. Intenta dejarle tiempo para jugar de forma creativa, libre de obligaciones.