El embarazo es un proceso en el cual la madre experimenta una serie de cambios importantes en su organismo los cuales pueden dar como resultado el desarrollo de un feto normal, como suele ser el caso pero también de una serie de afecciones. El embarazo molar o hidatiforme es una de ellas. Pero, para saber concretamente qué es el embarazo molar, sus causas y factores de riesgo vamos a profundizar un poco en este problema.
Este tipo de embarazo se produce cuando el ovulo a fecundar no existe o se desarrolla de manera incorrecta dando lugar al desarrollo de un ovulo fertilizado que crece de manera anormal y produce una serie de quistes. Todo ello implica que se trata de un embarazo que no puede llegar a término con lo que es importante detectarlo a tiempo e interrumpirlo antes de que pueda suponer mayores problemas para la madre.
Podemos concluir, por tanto, que las causas del embarazo molar están relacionadas con el desarrollo genético del embarazo siendo la ausencia o el exceso de cromosomas los que conducen a un desarrollo incorrecto del ovulo fecundado.
Con respecto a los síntomas que puede presentar este tipo de embarazo nos encontramos que los más comunes son las náuseas y vómitos, hemorragias, tener un útero más grande de lo normal para ese periodo concreto del embarazo, un aumento de la cantidad de saliva o un crecimiento excesivamente rápido del útero. Si se detecta cualquiera de estos síntomas se deberá acudir al médico o algún especialista que pueda confirmar el diagnóstico mediante la realización de una prueba de ultrasonidos.
Debemos tener en cuenta también que, debido al carácter de esta afección, el tratamiento habitual suele consistir en la extracción del tejido molar del útero para así evitar que este pueda seguir desarrollándose ya que el riesgo de que se convierta en una afección más grave es grande. Mediante el curetaje de succión puede procederse a limpiar la masa de quistes presentes para evitar estos riesgos dejando la zona limpia para posteriores embarazos.