Para ayudar a tu bebé a dar los primeros pasos con seguridad existen multitud de sistemas como los clásicos andadores o, de uso más reciente, los arneses para niños. Este último sistema ha tenido una gran acogida por parte de por parte de muchos padres y madres, ya que además de ayudar a caminar de una manera eficiente, el arnés sirve para mantener al bebé controlado en sus primeras etapas de exploración, lo que aporta una gran seguridad y confianza. Sin embargo, su uso también ha levantado algunas dudas en especialistas médicos, lo que nos hace aconsejable ver de cerca cuáles son las ventajas y desventajas de su uso.
El arnés que ayuda a dar los primeros pasos a un bebé es una evolución de los que se usan en fisioterapia para tratamientos de recuperación muscular y para corregir otros defectos. Así el arnés suministra un punto de apoyo que no necesita de mucho esfuerzo por parte de los padres para que los niños aprendan a caminar fácilmente.
Pero es aquí donde reside el problema para algunos especialistas, ya que, para un buen número de fisioterapeutas, introducir un elemento externo de ayuda puede condicionar la estructura motora del niño y crear dependencia del arnés, lo que conduciría algún tipo de torpeza motora, aunque sea leve.
Por otro lado, sí es verdad que el arnés para caminar aporta seguridad a los padres para controlar al bebé, en especial cuando se encuentran en espacios abiertos como aparcamientos o centros comerciales, lo que es muy de valorar, aunque para el bebé, que tiene una necesidad enorme de descubrir el mundo, puede llegar a convertirse en una frustración su uso, por lo que tampoco conviene abusar. Con todo ello, podemos señalar que el mejor consejo sería el uso moderado del arnés para bebés, es preferible un andador en casa, o reducir su uso a momentos puntuales en los que su aporte de seguridad es fundamental.