En un embarazo sin problemas, lo más común es realizar tres ecografías, una por trimestre. Si son gemelos, o se produce alguna complicación es probable que tu médico te aconseje realizar alguna más.
La primera ecografía se realiza en la 13ª semana de embarazo. Con ella se comprobará el número de embriones y su correcto emplazamiento en el útero. Además se podrá comprobar el ritmo cardiaco del feto y sus parámetros biométricos (longitud y diámetro de la cabeza), con los que será posible calcular una fecha aproximada de la concepción.
La segunda la harás entre la 18ª y la 23ª semana. Se trata de la ecografía morfológica. A través de un nuevo control de las características biométricas se comprueba si el desarrollo del feto es normal. Después se procede a un estudio morfológico del mismo en el que se detectarían posibles anomalías anatómicas o malformaciones de los órganos en caso de existir. Con esta ecografía también podemos identificar el sexo.
En la tercera ecografía, que tiene lugar durante la 32ª y la 33ª semana se analiza el crecimiento del feto para poder detectar problemas como el retraso del crecimiento , en caso de que el bebé no estuviese aprovechando las posibilidades de desarrollo en el útero materno.
Un constante seguimiento en el desarrollo de tu bebé, será una garantía a la hora del nacimiento.