Durante el embarazo existen diversos cambios en la piel. La mayoría son provocados por cambios hormonales que experimenta el cuerpo de la mujer en esta etapa de su vida. La embarazada puede notar cambios en la pigmentación de la dermis. La pigmentación aumenta, por ello notamos que la zona de la areola, los pezones y la vulva están más oscurecidos.
En la zona media del abdomen puede aparecer la línea alba. Esta recorre de manera descendente la línea media del abdomen, desde el pubis hasta el ombligo y puede adquirir una coloración marronosa. La cara también sufre cambios y pueden aparecer manchas en el rostro.
La suma de todo ello es el resultado de cambios naturales producidos durante la gestación. Después del embarazo estos desaparecen gradualmente, sin embargo, es importante establecer algunas rutinas. Por ello, he aquí algunos consejos a tener en cuenta para el cuidado de la piel durante el embarazo.
Cuidados de la piel durante el embarazo
1. Manchas y cloasma
Durante la segunda mitad del embarazo algunas mujeres desarrollan manchas de tono marrón irregulares y difusas en el rostro, denominadas cloasma. Es una condición hormonal, pero el sol es el principal factor desencadenante.
Las zonas más propensas son aquellas que están expuestas directamente a los rayos solares como los pómulos, frente, nariz y barbilla. Para esto, será especialmente importante utilizar protectores solares sin alcohol. Pero en caso hayan manchas presentes, evitar tomar el sol y utilizar una protección total (SPF 50+). Este producto ayuda a que las manchas no sean tan oscuras.
2. Evita las estrías
La presencia de estrías son la consecuencias de lesiones que se producen en la zona más profunda de la dermis. Ocasionadas cuando las fibras de colágeno y elastina de la piel se rompen. Generalmente aparecen en el vientre, senos, muslos, brazos, abdomen y caderas. Entre el 70 % y 90 % de gestantes las desarrollan, pero no compromete la salud de la mujer. Solo afecta la parte estética.
Inicialmente aparecen líneas rojizas muy finas y ligeramente elevadas, pero con el tiempo se transforman en líneas más gruesas. Son irreversibles, de manera que para prevenirlas es importante hidratar la piel. Para esto, es recomendable utilizar productos que se alejen de sustancias artificiales o aditivos que puedan afectar la salud.
Por ejemplo, los aceites esenciales son elaborados con propiedades 100 % naturales, los cuales dejan la piel suave e hidratada. A diferencia de otros productos no son dañinos para la dermis. Lo ideal es realizar un masaje suave en zonas específicas para aumentar la circulación (dos veces al día). Cuando la dermis es más elástica existe menos posibilidad de desarrollar estrías. Por otro lado, también es importante beber dos litros de agua diariamente.
3. Higiene de la piel
La higiene es fundamental en el cuidado de la piel. Utiliza jabones neutros y cremosos. Los baños calientes no son recomendables, es preferible las duchas con temperatura gradual del agua. No es recomendable la ducha sueca por los cambios bruscos de temperatura.