La epidural es una alternativa para aliviar el dolor durante el parto que, aunque de popularidad creciente, genera muchas dudas. Consulta siempre con tu médico y discute con él las opciones durante las consultas prenatales, dejando muy claras tus preferencias desde el comienzo del embarazo.
¿Cuándo se puede utilizar la epidural?
- La anestesia epidural carece de contraindicaciones en el 99% de los casos. De hecho, este tratamiento está recomendado para las mujeres que sufren determinados problemas, como diabetes, hipertensión, gestosis, desprendimiento de retina, miopía grave o cardiopatía, y desean evitar la cesárea.
- Por el contrario, la epidural no se debe administrar si existen enfermedades de coagulación, alteraciones de la columna vertebral (como la hernia discal), infecciones graves generalizadas o localizadas en la espalda (como el herpes zoster), enfermedades del hígado, consumo de anticoagulantes o intolerancia a los anestésicos.
- Para establecer la idoneidad de este tipo de anestesia, la futura mamá deberá realizarse análisis de sangre específicos antes del parto.