Normalmente, cuando la mamá sale de la clínica, se le aconseja que espere unos días antes de bañar al bebé. Esto es para que el muñón del cordón umbilical del pequeño pueda secarse completamente y desprenderse en los próximos días.
Hasta que se desprenda el muñón podemos lavar al bebé por zonas, prestando especial atención al culito, los genitales, los pliegues del cuerpo y las manos.