La costra láctea es una afección muy común en los bebés, causada por un exceso de sebo. Se manifiesta en forma de escamas amarillas y untuosas, que aparecen en el cuero cabelludo, y que se pueden extender por la frente y orejas.
Aunque no es muy agradable, es completamente inofensiva, y no provoca ningún problema ni molestia al pequeño. Normalmente aparece durante los primeros meses de vida, y tiende a desaparecer por si sola antes de cumplir un año de edad.
¿Quieres saber qué conviene hacer para tratar la costra láctea?
En realidad no hay mucho que se pueda hacer, ya que es algo que aparece y desaparece por sí solo, y no depende de la higiene, ni está producida por una alergia, como a veces pensamos.
Eso sí, conviene tomar algunas sencillas medidas, como lavar el cabello del niño varias veces a la semana, con un champú delicado, especial para bebés, y masajeando suavemente el cuero cabelludo.
Además, para facilitar el levantamiento de las escamas de la cabeza puede ser útil el uso de aceites naturales. Aplica sobre el cuero cabelludo una pequeña cantidad de aceite de almendra o de oliva, frotándolo suavemente, y déjaselo por unos 15 minutos. Después quítale cuidadosamente las escamas con un peine de dientes finos o con un cepillo blando. Por último lávale la cabeza de la forma habitual.
Ten en cuenta también que al peinarle, hay que hacerlo con cuidado, para no provocar heriditas en la piel.