Jugar al aire libre es una de las actividades más divertidas para los peques y es que desde los primeros meses de vida muestran su interés por el parque.
Pero al llevar a tu peque al parque debemos hacerlo con precaución para evitar accidentes y es que debemos vigilar que todo esté en perfecto estado, es decir que las instalaciones estén limpias y sean seguras.
Lo que hay que tener claro es que hasta el parque más seguro puede volverse peligroso si se hace un mal uso, así que como parace obvio tenemos que acompañar y vigilar a nuestro peque en sus juegos todo el tiempo porque al fin y al cabo son niños!!!
Si tu peque tiene menos de 3 años las instalaciones deben tener un tamaño adecuado y especial para ellos para eviar movimientos bruscos o alturas poco aconsejables. De todos modos, debemos acompañar a los peques todo el tiempo para ayudarles a subir y bajar de los juegos.
El suelo del parque debe ser de material blando como baldosas de caucho o arena.
Si es de arena hay que extremar las precauciones y comprobar que está limpia y no llena de colillas y «caquitas» de perro. Como norma general en los parque donde entren perros, mejor será que no lleves a tu peque. Hay que tener en cuenta que los peques tienden a sentarse en la rena y a jugar con ella y a veces se la llevan a la boca.
En cuanto a los columpios, toboganes y de más elementos de juego comprueba que no tengan bordes en punta que puedan lastimar al pequeño. No deben estar fabricados en materiales que se oxiden como el hierro. También es improtante comprobar la sujeción al terreno y es que deben ser estables.
Hasta que no sea mayorcito opta por los columpio especiales que tiene un asiento con forma de pañal de modo que le pequeño no pueda caerse fácilmente y tenga dos huecos para introducir las piernas.
En el tobogán es importa que los peldaños para subirse tengan entre peldaños una una distancia mínima para evitar que los peques puedan meter sus manitos o cabeza y hacerse así daño. Y comprueba que la parte final de la caida del tobogán sea paralela al suelo, sino el niño puede salir despedido.
El balancín debe disponer de asas para que el peque pueda agarrarse. Para evitar accidentes jamas debe elevarse más de un metro. Los balancines con muelles deben contar con sujeción para los pies.