El verano obliga a adaptar la alimentación a las necesidades propias de esta estación. El calor, las vacaciones y los largos días hacen que debamos modificar la dieta de los más peques de la casa. Te contamos cómo hacerlo.
En verano los niños tienen más actividad y necesitan más nutrientes diarios, pero al mismo tiempo, a causa del calor, tienden a tener menos apetito. Por lo que la hidratación y un aporte correcto de vitaminas es imprescindible.
Debemos añadir a su dieta más líquido, ensaladas, frutas y zumos:
- Ofréce agua y zumos entre horas para que estén bien hidratados y recuperen vitaminas y minerales.
- Si tiene más de 1 año, puede introducir ensaladas en su dieta.
- Aumenta el consumo de frutas y verduras crudas en su dieta. Lo ideal es que toma entre 3 ó 5 piezas al día. Por ejemplo, un zumo al desayuno y a la merienda, y una pieza a la comida.