Viajar es una de las experiencias más emocionantes de la vida, pues te da la oportunidad de sumergirte en paisajes y culturas diversas. Pero cuando se trata de tomar un avión con un bebé, las cosas no siempre son tan sencillas. Desde el cuidado de la salud del pequeño hasta gestionar su bienestar y comportamiento durante las horas del vuelo, la experiencia puede resultar un auténtico desafío para los padres. Por eso, hoy en Blog de Bebés hemos investigado sobre las mejores formas y consejos acerca de cómo viajar con un bebé en avión, y te las compartimos a continuación.
¿Cómo viajar con un bebé en avión? Consejos prácticos
No hay razón por la cual no puedas volar con tu bebé, aunque en general se recomienda esperar hasta que haya recibido sus primeras vacunas. Lo ideal es consultárselo al pediatra. Si vas a viajar con un bebé pequeño asegúrate de contactar a la aerolínea con tiempo ya que lo aconsejables es que reserves asiento en las primeras filas, así estarás más cómoda y cerca del baño.
Si vas a hacer un viaje largo la aerolínea te ubicará en un asiento frente a un mamparo, donde se instalará una cuna de viaje. Pero no todas las aerolíneas ofrecen estas comodidades, y muchas poseen sólo unas pocas cunas, de modo que siempre reserva con tiempo tu lugar. Antes de viajar consulta con tu médico de cabecera si el bebé necesita vacunas adicionales. También ten en cuenta que los niños menores de dos años no necesitan viajar con asiento propio, ya que está permitido que vayan en brazos de sus padres. Puntualicemos en algunos consejos adicionales sobre cómo viajar con un bebé en avión.
1. Planifica con antelación
Un aspecto clave, quizá el más importante sobre cómo viajar con un bebé en avión es la planificación. Es fundamental organizar el viaje de modo que sea lo más ameno posible para el bebé y la familia en general.
Ahora bien, hay varios aspectos vitales a tener en cuenta en este sentido: El primero es elegir los vuelos, de ser posible, en horarios que coincidan con los horarios de sueño de tu bebé. Los vuelos nocturnos aumentan la probabilidad de que el niño duerma durante gran parte del trayecto, lo que facilitará el viaje para todos.
Otro consejo valioso es que optes por vuelos directo, de modo que se reduzca el tiempo total del viaje y se eviten las escalas. En general, las conexiones son agotadoras para los adultos, así que para los bebés, mucho más. Por último, averigua las políticas de la aerolínea en relación a los bebés: algunas ofrecen cunas o permiten llevar cochecitos sin costo adicional.
2. El equipaje de mano
Otra clave sobre cómo viajar con un bebé en avión con éxito es armar el equipaje de mano de forma inteligente. Hay ciertas cosas que no te pueden faltar, como los pañales y toallitas. Empaca más de los que creas que serán necesarios. Los retrasos y las escalas pueden hacer que tu viaje sea más largo de lo planeado. También lleva un par de mudas de ropa extra para tu bebé, y puede ser buena idea llevar una muda extra para ti.
En relación a la comida, si tu bebé está tomando leche materna, muchas aerolíneas permiten amamantar a bordo. Pero si usas fórmula, lleva la cantidad suficiente de leche preparada o polvo en envases fáciles de usar. También es útil tener algunos snacks si tu bebé ya ha comenzado a comer sólidos. No olvides llevar juguetes o elementos de entretenimiento que ayuden a que tu bebé se mantenga distraído durante las horas de vuelo. Un juguete nuevo puede captar su atención por más tiempo.
Por último, si tu bebé está tomando algún medicamento, no olvides llevar la dosis necesaria, y también productos básicos de higiene y primeros auxilios, como jarables para la tos o cremas para roxaduras.
3. Las medidas de seguridad
Uno de los aspectos más importantes al documentarte sobre cómo viajar con un bebé en avión es la seguridad. En este sentido, es importante que consultes las políticas de la aerolínea: algunas empresas permiten que los padres traigan su propia silla de auto certificada por las autoridades de seguridad aeronáutica. Asegúrate de que la silla esté aprobada para su uso en aviones.
Si llevarás al niño en brazos, consulta al personal de vuelo sobre la forma adecuada de usar el cinturón de seguridad. Ellos deberán proporcionarte un cinturón adicional que el niño llevará durante el despegue y el aterrizaje. También es fundamental prestar atención a la posición del bebé, en especial en el despegue y el aterrizaje. En estos momentos, es común que los cambios de presión generen molestias en los oídos del niño; amamantar, ofrecer un biberón o darle un chupete puede ayudar a aliviar esta presión y hacer que el despegue y el aterrizaje sean más cómodos para él.
4. Vela por la comodidad
Sumamos a las claves sobre cómo viajar con un bebé en avión la importancia de velar por la comodidad. Si logras que tu bebé vaya cómodo, será más fácil evitar episodios de llanto prolongado o incomodidad. En este sentido, es vital que lo vistas con ropa cómoda y en capas, de modo que puedas añadir o quitar prendas según las necesidades del bebé. También es importante que mantengas su rutina tanto como puedas, estimulando sus siestas a la hora regular y procurando mantener su alimentación. Lleva su manta o peluche de confianza para facilitar que se sienta en un ambiente agradable y familiar. También es importante que le ofrezcas suficiente hidratación y alimentación a lo largo del viaje.
Maneja el estrés del vuelo
Viajar con un bebé puede ser estresante, pero mantener la calma es esencial para que el viaje sea más placentero. Lo primero en este sentido es que logres mantener una actitud relajada. Recuerda que los bebés son capaces de percibir el estrés en sus padres, así que si te ve inquieto, se pondrá peor. Si entra en crisis de llanto, procura calmarlo con caricias suaves, cambiándolo de posición, o puedes pasearlo un poco por los pasillos del avión. Si requieres de asistencia, no dudes en pedirla a los asistentes de vuelo.
En definitiva, las claves sobre cómo viajar con un bebé en avión se resumen en planificación, preparación y paciencia. Si tienes en cuenta estos consejos y asumes el viaje son serenidad, tendrás muchas probabilidades de que sea una experiencia positiva tanto para el bebé como para toda la familia.