Con frecuencia se utiliza un gel de prostaglandinas que se aplica en el cuello del útero. Este fármaco ayuda por un lado a estimular las contracciones y por otro, a borrar el cuello del útero. Se suele aplicar antes de la administración de oxitocina por goteo.
Otro método que se usa para la inducción al parto es la llamada amniorrexis o rotura artificial de las membranas.
Al tiempo que se coloca un goteo de oxitocina a la embarazada, el médico inserta una especie de ganchillo en el útero para realizar una pequeña abertura en la membrana que permita la salida del líquido amniótico, al igual que cuando se rompe aguas.
Esta práctica no duele debido a la insensibilidad de las membranas. Una vez practicada la rotura, el parto se desencadena con cierta rapidez, ya que la cabeza del feto presiona sobre el cuello uterino.
El parto inducido por oxitocina es otra de las formas utilizadas por los médicos.
La oxitocina es una hormona natural de la glándula pituitaria posterior del cerebro que se encarga de estimular el parto. En este caso, la hormona se usa de forma sintética y se suele administrar mediante goteo. Cuando se utiliza este procedimiento, las contracciones suelen ser más intensas y largas que en un parto normal.