Puede que estés buscando el embarazo y que no tengas paciencia para esperar a un retraso y un test para confirmarlo. Por ello debes saber que existen unos síntomas, y que si bien cada mujer es diferente, por norma general estas señales son reconocibles.
Tras la concepción los niveles de hormonas de la mujer se elevan rápidamente, dando lugar a una serie de cambios físicos, a los que además puede llevar bastante tiempo en adaptarse. En primer lugar notarás como tus senos se vuelven más sensibles y un poco más grandes, algo que podría preceder el la regla, pero en esta ocasión las areolas de tus pechos se oscurecerán y aparecerán unas pequeñas erupciones. Tras la fertilización el óvulo se adhiere a la pared del útero, lo que acaba causando el llamado sangrado de implantación. Son apenas unas gotas, por lo que no hay motivo para preocuparse.
Debido al alto nivel de progesterona y bajos niveles de azúcar y presión sanguínea, la fatiga es otro de las señales más claras, y puede comenzar a la semana de la concepción. Igualmente desde poco después de la concepción las náuseas matutinas se pueden presentar como otro claro síntoma, si bien puede ocurrir en cualquier momento del día y no todas las mujeres lo sufren. Por otro lado si controlas tu temperatura basal y notas un aumento de la misma durante más de dos semanas, puede ser también interpretado como otra señal del embarazo.
Existen también métodos caseros para saber si estás embarazada, como el de introducir un bastoncillo de oídos en la vagina como si fuera un tampón y comprobar si sale limpio, por lo que existe la posibilidad de estar embarazada. Pero la única forma de saberlo con seguridad es haber tenido un retraso y realizando un test de embarazo.