A partir del tercer mes de embarazo siempre aparece uno de los problemas más comunes, la hinchazón y piernas cargadas. Una rodilla inflamada puede resultar bastante molesto para la embarazada y esto responde a varias causas entre las que se encuentra el peso o la retención de líquido, algo bastante común en esta etapa de la vida de una mujer.
Según va avanzando la gestación, la presión del útero va haciendo que la sangre que va de las piernas al corazón vaya más despacio, haciendo que el fluido de las venas se retenga un poco más en zonas como los tejidos de los pies, tobillos y rodillas y provocando mayor inflamación.
La hinchazón en la rodilla puede resultar bastante incómoda, por lo que hay que tomar medidas para aliviar esta molestia y hacer que el día a día sea más llevadero. Evitaremos los zapatos y la ropa apretada, proporcionando la máxima libertad a toda la pierna, lo que mejorará la circulación.
Los masajes pueden ser otro de los remedios contra estas molestias. Éstos relajan los músculos y favorecen la circulación, aliviando la hinchazón. Otra clase de masajes muy efectivos son los de drenaje linfático, una buena opción para reducir la hinchazón y mejorar la movilidad de toda la pierna, incluida la rodilla.
También es recomendable mantener las piernas descansando en alto durante un rato, bien cuando se lee un libro, se ve la televisión o incluso cuando se duerme una pequeña siesta, esto facilitará la circulación de retorno y se reducirá considerablemente la hinchazón.
La reducción de la sal en las comidas y llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio de manera regular, caminar, hacer terapias de relajación como el yoga o incluso pilates son otros de los remedios que pueden ayudar a reducir y cuidar la hinchazón de la rodilla y demás partes de la pierna.
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