Aunque no hay nada asegurado, sí que podemos preparar el parto con algunas precauciones que nos pueden ayudar a prevenir una posible cesárea.
Por ejemplo, la asistencia a clases de preparación al parto, que nos prepararán para que ese momento se convierta en una experiencia gratificante y nos resuelven muchas dudas al respecto.
Otro consejo importante es llevar siempre durante el embarazo, una alimentación saludable y equilibrada.
Estar en cuclillas también puede ayudar a que el bebé descienda.
La epidural u otras anestesias pueden provocar que el parto se alargue, lo que puede llevar a la aparición de complicaciones tanto para la madreo como para el bebé.
En esta línea, deberías considerar métodos naturales para aliviar los dolores, frente a algunos medicamentos que os podrían hacer daño a ti y al bebé.
