«Evitar los nacimientos prematuros es crucial para reducir la tasa de mortalidad infantil del país y para dar a cada bebé un comienzo saludable en la vida«, señaló Joann Petrini, directora del Centro de Datos Perinatales de la organización «March of Dimes» en un comunicado.
La tasa de mortalidad entre los bebés nacidos pocas semanas antes de finalizar el período de gestación, entre las 34 y 36 semanas, fue tres veces más alta que la tasa de mortalidad entre los bebés que nacieron al término del embarazo, de acuerdo con el informe de NCHS.
Asimismo, el informe determinó que la tasa de mortalidad para bebés con un peso de nacimiento muy bajo -aquellos con un peso menor a las 3 libras y un tercio- fue 100 veces superior que la tasa de mortalidad entre los bebés que tenían un peso de nacimiento considerado normal: más de 5 libras y media.
De acuerdo con el informe, el peso bajo al nacer y el nacimiento prematuro son las dos principales causas de mortalidad infantil, y ambas tasas han crecido a ritmo constante desde mediados de los años ochenta.
Más de medio millón de bebés nace prematuramente, con menos de 37 semanas de gestación, cada año en EEUU y aquellos que sobreviven enfrentan un mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud el resto de sus vidas, como problemas de respiración y alimentación, parálisis cerebral y problemas de aprendizaje, según la organización.
«March of Dimes«, que trabaja en la prevención de problemas congénitos, partos prematuros y mortalidad infantil, recomienda a las mujeres embarazadas adoptar hábitos saludables para reducir los riesgos durante el embarazo.
