Aprender a andar es algo que ocurre de forma natural cuando los bebés tienen entre 10 y 15 meses (aunque como siempre, cada bebé es un mundo).
Nosotros podemos estimular su aprender a andar con diversos ejercicios y sobre todo dejándole intentarlo, pero recuerda que aprender a andar no es algo que podamos forzar y será el desarrollo de cada bebé el que dicte cuando este dará sus primeros pasos.
¿Quieres saber más sobre la manera de aprender a andar de los bebés?
La mayoría de los niños pueden permanecer de pie desde los 7 o 8 meses, y poco a poco, sabrán aprender a andar de la mano de sus papás o agarrándose de los muebles. Para estimular el aprender a andar debemos dejar un espacio para que practiquen su nueva habilidad, y no meterlo en la sillita a la mínima caída. Y es que caer forma parte del aprender a andar! (Lo que sí debemos hacer, por supuesto, es evitar muebles que puedan volcar y no dejarle solo en zonas que presenten un peligro, como pueden ser las escaleras).
También es muy bueno para aprender a andar que dejemos a los bebés andar descalzos y por todo tipo de superficies, el suelo de casa, pero también la hierba o la arena cuando vamos de excursión. Al aprender a andar hay alteraciones muy comunes, por ejemplo, los niños suelen colocar los pies hacia afuera para conservar mejor el equilibrio. Esta postura se irá corrigiendo tras aprender a andar con más soltura.
A los 18 meses casi todos los bebés han dejado el aprender a andar atrás, y pueden moverse con relativa soltura tanto para adelante como para atrás, incluso transportando cosas en las manos. Las caídas seguirán siendo muy comunes hasta los dos años, ¡pero es que aprender a andar no es un proceso fácil!
Aunque cada niño es un mundo, aprender a andar es algo que debe estar superado al año y medio. Si con 18 meses tu hijo no es capaz de dar unos pasitos, debes consultarlo con su pediatra.
Foto vía: Yoni Lerner