Si estás en la dulce espera, o bien buscando un embarazo, son miles las emociones que te atraviesan. Y muchos más los cambios que tu cuerpo experimentará. Prepararse para formar a un ser humano resulta muy demandante. Por ello, es fundamental que cuentes con todos los nutrientes para fortalecer tu salud. El ácido fólico en el embarazo es determinante tanto para la salud de la madre como para, fundamentalmente, la correcta formación del bebé. En las próximas líneas te compartimos todo lo que tienes que saber sobre el ácido fólico para embarazadas. ¡Acompáñanos en Blog de bebés!
¿Qué es el ácido fólico?
Empecemos por desmitificar un poco la ciencia. El ácido fólico es simplemente una forma sintética del folato, que es una vitamina B esencial para nuestro organismo. Pero, ¿Por qué es tan importante? Bueno, el folato tiene un papel crucial en la producción y reparación del ADN, así como en la formación de nuevas células. En otras palabras, es una pieza clave en el desarrollo del bebé durante el embarazo.
El ácido fólico para embarazadas es un suplemento indispensable. Y es que su adecuada ingesta ayuda a prevenir malformaciones y diferentes defectos congénitos del tubo neural en el bebé, como la espina bífida y la anencefalia. Los estudios también sugieren que el ácido fólico podría ayudar a evitar otros defectos congénitos, como labio leporino, paladar hendido y defectos congénitos relacionados con el corazón.
¿Por qué se debe tomar ácido fólico en el embarazo?
La importancia del ácido fólico en el embarazo no puede subestimarse. En los primeros días después de la concepción, el tubo neural del bebé comienza a formarse. Es en este momento crítico que el ácido fólico entra en juego, ya que, como te mencionábamos, su ingesta adecuada ayuda a prevenir defectos del tubo neural, que pueden afectar al cerebro, la médula espinal y la columna vertebral del feto.
Además de prevenir estos defectos, ácido fólico para embarazadas también contribuye al crecimiento celular y al desarrollo adecuado de la placenta. Por otra parte, juega un papel importante en la producción de glóbulos rojos, lo que es esencial para mantener una buena circulación sanguínea y asegurar un flujo constante de oxígeno y nutrientes hacia el bebé en desarrollo. Para las mujeres que están en búsqueda de un embarazo, es recomendable empezar a tomarlo desde antes de la gestación.
¿Cuáles son las consecuencias de no tomarlo?
No tomar suficiente ácido fólico en el embarazo puede tener consecuencias graves. Como mencionamos anteriormente, uno de los riesgos más significativos es el desarrollo de defectos del tubo neural, que pueden llevar a discapacidades físicas y neurológicas graves. Estos problemas pueden afectar al bebé para el resto de su vida.
Además, la falta de ácido fólico para embarazadas puede aumentar el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer. También se asocia al aumento en las probabilidades de anemia en la madre, lo que puede resultar en fatiga extrema y debilidad.
Tomar ácido fólico de manera adecuada es una inversión en la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. Prevenir estos problemas es mucho más fácil y efectivo que tratarlos una vez que se han desarrollado, por lo que es fundamental tomar precauciones desde el principio del embarazo, e incluso en su búsqueda.
¿Cómo se debe tomar?
Tomar ácido fólico en el embarazo es una tarea sencilla. Por lo general, lo mejor es comenzar a tomarlo antes de concebir, si es posible, y continuar durante los primeros tres meses del embarazo. La dosis recomendada es de 400 microgramos (mcg) al día, pero puede variar según las necesidades individuales.
Es importante consultar con un profesional de la salud antes de integrar el ácido fólico en el embarazo. Así podrás recibir la asesoría sobre el tipo de formato que más se ajuste a tus necesidades. El ácido fólico se encuentra compuesto en forma de suplemento, disponible en tabletas o cápsulas, y en la mayoría de los casos, no se necesita receta médica para adquirirlo.
¿En qué alimentos se encuentra?
La naturaleza es sabia y nos proporciona una gran cantidad de alimentos ricos en ácido fólico. Una buena fuente de ácido fólico para embarazadas la encontramos en ciertos alimentos. Aunque para el estado de gestación, es importante tomar también un suplemento. A continuación te contamos algunos de los alimentos en los que encontramos este nutriente de forma natural, y que forman parte de una dieta sana para embarazadas.
- Vegetales de hojas verdes: Espinacas, acelgas, lechuga y brócoli son ricos en ácido fólico.
- Legumbres: Los garbanzos, lentejas y alubias son opciones deliciosas y saludables.
- Aguacates: Este fruto cremoso es una excelente fuente de ácido fólico.
- Naranjas y jugo de naranja: La vitamina C presente en las naranjas ayuda en la absorción del ácido fólico.
- Hígado de res: Si eres amante de la carne, el hígado de res es una fuente extraordinaria de folato.
- Pan y cereales fortificados: Muchos productos de panadería y cereales están enriquecidos con ácido fólico para garantizar que obtenga suficiente de esta vitamina esencial.
Es importante recordar que la cocción a menudo puede destruir parte del ácido fólico en los alimentos, por lo que optar por preparaciones más suaves, como el vapor, puede ayudar a preservar su contenido. Además, una dieta equilibrada que incluya estos alimentos puede ser una excelente manera de asegurarte de obtener la cantidad adecuada de ácido fólico.
En resumen, el ácido fólico para embarazadas es de importancia trascendental para la salud del bebé y su madre. Su importancia radica en la prevención de defectos del tubo neural en el bebé y en la promoción de su salud general. Tomar ácido fólico en el embarazo es sencillo y eficaz, ya sea a través de suplementos o mediante una dieta rica en alimentos que lo contienen de forma natural. No subestimes el poder de este nutriente, ya que puede marcar una gran diferencia en el bienestar de tu bebé y en tu propia salud.
Y antes de despedirnos, te dejamos con esta encantadora selección de las más lindas frases de embarazo, para que vivas esta etapa con inspiración y llena de amor. ¡Hasta la próxima!