¿Qué importancia tienen las hormonas durante el embarazo? Muchas veces habrás oído que el «baile de hormonas» es el que provoca tus cambios de humor durante la gestación, así como algunas molestias típicas de este período, pero…¿sabes cuáles son esas hormonas que están bailando?
Hay cuatro hormonas, segregadas por la placenta, que son fundamentales durante el embarazo, ya que se encargan de adaptar tu organismo a las necesidades del feto. ¿Quieres saber cuáles son?
1. La gonadotropina coriónica humana
Se la conoce como «hormona del embarazo» ya que, al estar presente en la orina, es la que permite detectar una gestación a través del test de embarazo. Se puede detectar a partir de la segunda semana y alcanza su pico durante la semana 10 para desaparecer a partir de la 12. Su función es esencial, pues protege el embarazo dificultando que rechaces el embrión. Eso sí, no todo es bueno con ella, ya que es también la responsable de las náuseas matutinas.
2. Lactógeno de la placenta humana
Esta hormona empieza a actuar a partir de la semana 6 de embarazo, modificando el metabolismo de las mujeres para facilitar el aporte de energía al feto.
3. Progesterona
Se trata de una hormona que está siempre presente en el organismo y que prepara el cuerpo para la concepción. Durante el embarazo aumenta considerablemente, ayudando a la implantación del embrión, estimulando la producción de leche en las glándulas mamarias y relajando el útero para evitar un parto prematuro.
4. Estrógenos
Se trata de otra hormona habitual en nuestro cuerpo, producida por los ovarios, y es la responsable del desarrollo sexual femenino. Unos niveles adecuados de estrógenos son necesarios para permitir la concepción, y una vez que el embarazo se produce, también se secreta cantidades enormes por medio de la placenta, hasta 50 veces la cantidad secretada por los ovarios durante un ciclo normal. Así se asegura el crecimiento del útero y un desarrollo adecuado de la gestación.
Ese aumento de estrógenos no solo prepara tu útero para el embarazo, sino que también mejora el aspecto de tu piel y cabello (y de ahí que se diga eso de que las embarazadas están siempre guapas). Por contra, facilita la retención de líquidos.