Las verduras son un alimento muy importante en la dieta de tu pequeño. Tienen un alto contenido en vitaminas y minarales, lo que las convierte en un producto imprescindible para la buena alimentación de toda la familia. Sin embargo, la mayor parte de los niños rechazan su sabor. Si tu hijo no quiere tomar verduras frescas, puedes comenzar introduciendolas en su dieta en forma de zumos o batidos.
La mejor solución para ir incorporando las verduras a su alimentación es comenzar dándoselas como bebidas, pero siempre empezando por aquellas verduras que tienen un sabor más agradables, como podría ser la zanahoria en zumo, el apio o el calabacín. Poco a poco podremos ir metiendo otras de sabores un poco más fuertes.
