A lo largo del embarazo, las necesidades de calcio se ven incrementadas ya que el esqueleto del feto a de mineralizarse. Los requerimientos de calcio se encuentran en torno a los 800 miligramos al día para la población en general, lo cual se consigue llevando a cabo las recomendaciones de dieta equilibrada.
Durante la gestación, y debido al aumento de las necesidades, los requerimientos ascienden a 1200 miligramos de calcio al día.
Opta por los productos láteos desnatados o semidesnatados que aportan los mismos nutrientes y menos grasa saturada que los enteros, ya que cubrir tus necesidades de calcio, sin excederse en calorías diarias.
Opción 1
Leche semi o desnatada: 500 cc (2 tazas grandes)
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Yogur desnatado: 125 g (1 envase)
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Queso fresco tipo burgos: 50 g (1 tarrina pequeña)
Opción 2
Leche semi o desnatada enriquecida con calcio: 400 cc (2 tazas medianas)
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Yogur desnatado: 125 g
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Queso fresco tipo Quark: 100 g (4 cucharadas soperas)
Recuerda que la leche y sus derivados son las mejores fuentes de calcio ya que, aunque existen alimentos vegetales tanto o más ricos en este mineral que los lácteos, su aprovechamiento por parte del organismo no es tan eficaz.
Y también es esencial saber que existen sustancias que favorecen la absorción del calcio, como es el caso de la vitamina D, las proteínas y la lactosa, todas ellas presentes en los lácteos y que convierten a estos alimentos en las mejores fuentes alimentarias de calcio.